El guandul es una leguminosa con la cual se pueden preparar numerosas delicias culinarias. Hoy día, todavía se discute sobre si los guandules, como comunmente se les llama, son originarios de África o la India; pero lo que sí se sabe, es que se cultivan hace por lo menos 3 mil años.
Dentro de las características que tienen los guandules se encuentran que es una planta con capacidad de fijar una elevada cantidad de nitrógeno en el suelo y que por su alto contenido de proteínas son un excelente sustituto de la carne.
En la gastronomía criolla, los guandules se utilizan como parte de las comidas típicas. Regularmente, se preparan guisados y forman parte del acompañamiento del arroz blanco, con carne guisada, que bien puede ser carne de pollo, res o cerdo, y con ensalada verde.
De igual forma, a los gandules guisados se les añade leche de coco, teniendo como resultado un exquisito plato.
También con ellos se puede elaborar un asopao o “chambre”, con carne salada, el cual lleva, además, yuca, ñame y plátano maduro, este último le da un sabor dulce que contrasta con el sabor un tanto amargo de la leguminosa y el salado de la carne. ¿Cómo conservarlos? Luego de limpiar y lavar sus guandules, conviene que los guarde en un envase seco y bien cerrado.
Si es de los que prefiere comprarlos enlatados, es prudente que los limpie debidamente y que los guarde evitando que entren en contacto con altas temperaturas o con la humedad.
El guandul tiene, así mismo, propiedades medicinales; las flores y brotes verdes se emplean para enfermedades del aparato respiratorio, bronquios y pulmones; con las semillas secas se preparan cataplasmas para ayudar a desinfectar y cicatrizar heridas, con la resina del tronco se preparan jarabes y las hojas cocidas se emplean para lavar llagas, heridas, sarna y picazón.