Por Carlos Vallejo (el poeta del sentimiento).
Se han instalado microprocesadores en la industria, en el
hogar, en automóviles, en cohetes… y casi todo. Ronald S. Demon ha instalado
uno en un par de zapatos deportivos. La diminuta computadora adherida al talón
de aquellos monitorea constantemente la presión en las cinco almohadillas en
que se apoya el pie del usuario. Así, este tiene amortiguamiento extra cuando
corre.
Este modelo de zapatos “deportivos computarizados” especial
para deportistas sensibles al golpeteo de sus talones contra al piso, aun está
en espera de nombres y de un productor en serie.