charles the triper carlos.El rey de los trenes No
recorre diez mil kilómetros como el transiberianote, ni trepa montañas ni
saltar precipicios cómo Chihuahua –pacifico –sin embargo, su mero nombre borra
por completa competencia: el expreso de oriente. Es sinónimo de tren místico cargado
de historias, leyenda y misterios. Un cannoy famoso, respetado y admirado el 5
de junio de 1883 comenzó su primer recorrido desde Paris hasta Estambul (duró 4
horas). A partir de entonces, cruzo Europa durante casi un siglo. Estuvo
durante el dominio alemán durante la segunda guerra mundial pero las fuerzas
aliadas le devolvieron su libertad en el 1945. En el día de la ascensión de
1976 hizo lo que entonces se supuso serio su
último viaje. Pero siete años más tarde, en 1983, para celebrar su primer siglo
de vida, el expreso del oriente retorno la marcha; en esa oportunidad de puriz a
Bucarest.
James Sherwood, un millonario estadounidense se
dio ese gusto. Sin embargo, no duró mucho; antes de los años noventa el expreso
de oriente apago otra vez sus calderos.
Nace una leyenda
En 1998 como una singular ave fénix, resurgió de
cenizas: el 28 de agosto reemprendió el trayecto Paris Estambul. Sus vagones
recibieron un sin numero de historias.
A mediados del siglo XIX, tanto el viejo como
el nuevo mundo, las vías férreas se extendían sin descanso. Los trenes eran el
transporte público por antonomasia. Esos importantes caballos de acero quemaban
leña y carbón, arrastraban vagones y devoraban kilómetros. En poco tiempo
desplazaron a las lentas e inseguras diligencias. En 1860 solo había dos modos
de viajar: por agua, en barco; por tierra, en tren.
El barco era cómodo; el tren no. Se hacia
difícil soportar tres o cuatro días con sus respectivas noches, el interior de
esos incómodos vagones. No tenían camas ni nada que se pareciera . a la hora de
dormir había que arreglársela sobre esos duros e inclementes asientos de
madera.
George pullman, un pequeño empresario
estadounidense de la construcción no solo encontró la solución también
conquisto la inmortalidad (su apellido, pullman es la otra forma de llamar a
los asientos confortables y cosecho muchísimo dinero.
Fundó la pullman sleeping company, una empresa
dedicada a la fundación de vagones camas. En 1867, tales coches ya eran una
realidad en estados unidos aunque se desconocían en Europa el Belga Georges
Nagelmakers, que mas tarde iba a ser el fundador del expreso de oriente los
descubrió al llegar al nuevo mundo.
Pertenecía a una encumbrada familia de Bruselas
nacido en 1845, a
los 22 años se vio enamorado perdidamente de su prima. tanto sus padres como
sus tíos no veían con buenos ojos semejante romance y decidieron enviar al
joven enamorado a estados unidos. En compañía del conde Berlaymont, el joven
nagelmackers recorrió el vasto territorio estadounidense viajó todo el tiempo
en tren de la comodidad de los coches-cama de la fabrica de Georges pullman. No
se sabe si olvidó o no a su prima, pero regreso a Bélgica como una idea fija.
Proporcionar a Europa un tren de larga
trayectoria, dotado de coches-cama todo esto documentado en un libro: proyect
d`installlation the wogns-lists sur les chemis the fer do continent (proyecto
instalación de coches cama en los ferrocarriles de el continente europeo) se
incorporaba al habla popular.
Pero más allá de eso, nadie parecía interesarse
por el proyecto de nagelmackers.
En 1870, Europa estaba convulsionada por la
guerra franco prusiana.
No era tiempo para hablar sobre la comodidad de
los viajes en tren.
El emprendedor joven belga no se amilanó.
Poco tiempo después consiguió un contrato para cubrir
la línea Paris Viena. Con gran pompa el primer coche-cama de Europa circulo en
1872. De-inmediato se incorporaron para los trayectos Paris-Berlín y o
estenders-colonia.
Cuatro años mas tarde, nagelmackers fundó la
compagine internationale des wagons lists (un famoso majara llevaba siete de
sus esposas en el viaje que hacia el tren)
y pronto consiguió la adhesión de entusiastas
accionistas; entre ellos, el propio rey de Bélgica.
La empresa ya se había consolidado; el paso
posterior fue conquistar el resto de Europa y oriente. Poco tiempo después, los
vagones de la c.i.w.l llegaban a vladivosdk, Pekín y el cairo. Aunque los
vagones estaban muy lejos de ser realmente cómodos. Eran estructuras de casi 8 metros montadas sobra dos
ejes y divididas en tres compartimientos. Podrían albergar a doce pasajeros
–cuatro por cada camarote –que durante el día se acomodaban en poltronas,
ubicadas, en las esquinas por la noche, esas poltronas se convertían en
literas: dos en el nivel superior y dos en el nivel inferior.
Había un baño común, ubicado en el centro del
vagón. En ese entonces era lo mejor que se podría pretender en Europa no por
mucho tiempo, el de junio de 1883 el
expreso de oriente comenzó su primera travesía. La locomotora de vapor
arrastraba una formación. Que se abría con el coche comedor. Sus dos salones
uno para fumadores y otro para no fumadores –ofrecían mesas para dos y cuatro
pasajeros.
Contaban con capacidad para cuarentiseis
comensales que, por supuesto, iban a degustar los más exquisitos, sofisticados
platillos. Sobre cada mesa destacaban las celebres lámparas con pantallas de
ceda base de bronce que se convirtieron en uno de los símbolos del tren. La
cocina competía con los mejores hoteles: contaban con hornos y aparatos
especiales para mantener la comida en punto (la mantequilla que cargaban
llegaban en excelentes condiciones a Estambul) los coches-camas estaban
montados sobre doce ruedas y su decoración era estilo imperio. Tenían capacidad
para 16 pasajeros. Unas islas reducidas, se consideran las invenciones y el
peso del vagón. Por cada viajero había un peso muerto de tres toneladas: seis
veces más del brindado por los vagones
actuales: y los paneles eran de caoba para contactar con el rojo puro de las
telas de las paredes. Los asientos, por su parte estaban revestidos de pana
azul floreada, y para los paneles de los compartimientos se habían elegido
telas de los diferentes tonos. Los baños de quedaban atrás en cuanto a lujo y
belleza las paredes eran de vidrio y todos los accesorios de bronce.
Símbolo vivo de la Belle epo –que viajar,
aunque fue una vez, en el expreso de oriente era obligado signo de distinción
sus vagones dieron albergue a monarcas europeos y jeques árabes árabe, a
grandes divas del espectáculo y espías de mata Hari. El rey Eduardo VII de
Inglaterra fue uno de sus pasajeros habituales con los compromisos sociales
contraídos antes de los viajes contraídos, lo acompañaban no menos de setenta
maletas cargadas de ropa para la ocasión el majara de rana viajaba con menos
equipaje pero con mas esposas: lo escoltaban no menos de siete de sus mujeres
en cada viaje.
Encuentros clan-destinos
Cuando el expreso de oriente atravesaba
Bulgaria, el rey Fernando lo seguía durante kilómetros y kilómetros montando en
uno de sus mejores caballos luego subía, pero no uno de los lujosos vagones, si
no a la locomotora: le apasionaba conducirla nadie contradijo el deseo real Leopoldo
II, de Bélgica, también viajaba a menudo. Aunque por otros motivos: en uno de
los lujosos vagones se encontraba con su amante Cleo de merade.
Un regalo principesco
En los años 20, sir Basil zaharaff, un magnate
que había traficado armas durante la guerra mundial, viajaba en el expreso de
oriente. De pronto, la puerta de su camarote se abrió y en el marco apareció
una bella mujer joven que lloraba sin consuelo. Era una duquesa española que
viajaba de luna de miel con su flamante marido, un primo del rey Alfonso XII.
Acaba de descubrir que su resiente esposo estaba loco: presa de pánico, había
huido de su camarote y su desesperada carrera la había llevado hasta el
camarote de zahraoff. Esa misma noche, el traficante y la duquesa se
convirtieron en amantes, muchos años después se cazaron.
Como presente de bodas, el le regalo a ella el
casino de Montecarlo. También los presidentes viajaron al expreso de oriente.
Raymond pioncare subió mas de una vez, y el
estadounidense Herbert hoovrert lo utilizó por su recorrido por Europa. Pero
fue el Frances paúl deschanel quien en 1920 pidió el episodio más grotesco y
terrible: se cayo del tren, era una noche muy oscura y deschanel confundió una
puerta de salida con la del baño de pronto se encontró en medio del campo en
pijama y con una sola pantufla en el pie. Por su puesto le costo mucho
convencer al guardabarros que el era el presidente de Francia.
El 28 de agosto del 2001, cuando desde lagare
de i’est en Paris, se anuncia otra vez la partida del expreso de oriente nuevas
historias volvieron a tejerse en los vagones de este místico tren.
Itinerario y normas
El expreso cuenta con 17 coches, 11
coches-camas, 3 vagones-restaurantes, un vagón bar y dos vagones para el
servicio y los equipajes, realiza el clásico recorrido Paris-Estambul haciendo
escala en Budapest y Sofía.
El viaje demanda 5 días y cuatro noches.
El regreso a Paris se realizara en vuelo
regular de hair France en clase económica.
El paquete completo –viaje, y estadías, y
comida 5,100 dólares por persona y base doble.
Como es tradición en le expreso de oriente será
esencial usar traje durante las comidas y vestir ropa sport durante el resto
del día. Se recomienda obviar el uso de jeans y playeras de vivos colores.
El expreso de oriente y sus
pasajeros
Fueron fuente de artistas y poetas las
características del tren, y sus pasajeros, su recorrido y el ministerio que
encierran en sus vagones fueron de-inmediato cargado de cultivo para artistas y
poetas. Blaise Cendrars y Guillaume Apollinaire le dedicaron sendos poemas,
escritos mientras viajaban en el singular tren. Otro Frances, Maurice Dekobra, que
en los años 20 gano cierta fama a causa de sus historias de alto contenido erótico,
uso los interiores del expreso de oriente para la escenografía de una de sus
novelas. El español Vicente Blasco Ibáñez fue más directo. en una celebre crónica
delató con lujo de detalles (el fue testigo privilegiado) de que modo el místico
tren había descarrilado en las cercanías de Budapest. Graham Greene también conoció
sus vagones acerca de ellos habla en la segunda novela que publico el tren de Estambul
en la segunda novela que publico (1934).
Sin embargo, el texto que con mayor acierto
pintaría una situación de peligro y misterio a bordo de ese tren iba a ser obra
de una escritora también británica.
En el 1933, Agadha Christie publicó asesinato del
expreso de oriente apasionante novela, como el nombre lo indica, tiene el
escenario el místico tren, por su trama y su insólito final, esta considerada,
con razón como una de las mejores obras de la dama del filme.