El presidente del Colegio Médico Dominicano (CMD), Pedro Sing Ureña advirtió que el virus del chikungunya ha puesto al desnudo la realidad del sistema de salud de la República Dominicana, que debe comenzarse a construirse favorablemente.
El doctor citó que del Producto Interno Bruto se le asigna un porcentaje al sistema de salud que no se corresponde con la realidad, y manifestó que cerca del 70% de los hospitales no está habilitado, lo que significa que cuando se atiende a un paciente que pertenece a una ARS, sobre todo contributivo, no puede facturar.
Consideró que la autogestión y la descentralización son aspectos muy importantes y, sobre todo, la separación de funciones que manda la ley.
El dirigente gremial advirtió a quienes tienen síntomas de chikunguya que la automedicación es peligrosa, porque puede lesionar otros órganos del cuerpo, como el hígado.
Aseguró que la proyección con respecto al número de habitantes, de alrededor de diez millones, cada cepa afectará cerca del 47% al 50%.
Expuso que si existe una encuesta donde revela que el 78% de los hogares ha tenido uno o más casos, en una densidad poblacional como el Gran Santo Domingo, si se extrapola hacia dos millones, “es obvio que hay más de medio millón de afectados”.
Exhortó a las personas que tengan los síntomas del virus, ir al hospital, porque allí es que se hará el diagnóstico referencial para establecer si es chikungunya o dengue, que es más letal.
Manifestó que contrarrestar el virus va a depender de la prontitud, la logística, la constancia y permanencia utilizadas para eliminar los criaderos del mosquito que lo provoca.
“Eso va a depender de algunos factores, el primero es la frecuencia con que eliminemos los criaderos y la permanencia, eso es fundamental, eliminar los criaderos”, puntualizó al ser entrevistado por el periodista Federico Méndez, en el programa Esferas de Poder, que se transmite los domingos de 5:00 a 6:00 de la tarde, por Santo Domingo TV.
Consideró como un segundo aspecto el manejo de los ámbitos vulnerables, como son los niños, las embarazadas y los envejecientes, así como las personas que sufren diabetes, hipertensión arterial, falcemia, problemas crónicos pulmonares y renales.
Expuso que cuando se produce deshidratación, en el caso del chikungunya por la fiebre, pueden complicarse.
“O sea, estamos planteando una triangulación, es decir, un triangulo donde una de las bases, la principal, es eliminar los criaderos, segundo, la movilización social de todas las instituciones, incluyendo las políticas”, subrayó.
Criticó que no se le está dando la importancia requerida al vector del chikungunya.
“El chikungunya lo que ha hecho es colocar al desnudo el déficit que tenemos en términos ambientales y sanitarios, y lo digo porque debemos iniciar un proceso para corregir eso”, enfatizó.
Sing Ureña dijo que de repente se observa que la rectoría de la salud, que es el Ministerio de Salud Pública, a partir de diciembre pasado comenzó a tomar una serie de acciones correctas basada en el protocolo estratégico para fenómenos epidémicos, como la chikungunya.
Sin embargo, comentó que la población advierte de que el número que Salud Pública plantea discrepa de lo que observa en hospitales y clínicas privadas.