La taquicardia que mantiene hospitalizado desde este jueves al encarcelado expresidente peruano Alberto Fujimori no está causada por el debate sobre su eventual indulto, pero "es una infeliz coincidencia", afirmó hoy su médico personal, el excongresista fujimorista Alejandro Aguinaga.
Tras visitar a Fujimori en la clínica, Aguinaga explicó que la causa de la anomalía cardíaca del expresidente está causada por una insuficiencia en la válvula mitral del corazón.
Fujimori está estable pero continúa en la unidad de cuidados intensivos de la Clínica Centenario Peruano Japonesa, en Lima, "hasta que se estabilice completamente y su ritmo cardíaco sea regular".
"No logramos tener un ritmo regular que pueda permitir su traslado a una habitación. Hay episodios de taquicardia y bradicardia. Las aurículas de la zona alta del corazón se contraen unas 125 veces por minuto cuando, en su caso, lo normal son 80 veces", dijo Aguinaga.
La opinión del médico peruano de Fujimori contradijo lo afirmado este jueves por el congresista Kenji Fujimori, hijo del expresidente, quien aseguró que las complicaciones en el estado de salud de su padre estaban causadas por las "falsas expectativas" de libertad a raíz del debate del indulto suscitado en la opinión pública.
Sin embargo, Aguinaga consideró que el estado de salud de Fujimori merece el indulto, un beneficio extraordinario que solo puede otorgar el actual presidente, Pedro Pablo Kuczynski, quien este jueves dijo que actualmente no lo evalúa, aunque en semanas anteriores aseguró que se encontraba en estudio.
El galeno contó que Fujimori está al tanto del hábeas corpus que su hija Keiko Fujimori, líder del partido fujimorista Fuerza Popular, anunció hoy que presentará en la Justicia peruana con el objetivo de anular la sentencia que en 2009 lo condenó a 25 años de prisión por delitos de lesa humanidad.
La ministra de Justicia y Derechos Humanos, María Soledad Pérez Tello, explicó en abril que Fujimori no reúne las condiciones para un indulto humanitario porque no tiene una enfermedad terminal ni otra que se agrave por sus condiciones carcelarias.
El expresidente, que gobernó de 1990 a 2000, es el único recluso de una prisión construida expresamente para albergarlo, en la base de la Dirección de Operaciones Especiales (Diroes) de la Policía Nacional del Perú (PNP), y cuenta con asistencia médica permanente.
Sin embargo, periódicamente es trasladado a clínicas de Lima para recibir tratamiento especializado por algunos males crónicos que padece, como una hernia en la columna vertebral, hipertensión arterial, gastritis hemorrágica y unas lesiones en la lengua, conocidas como leucoplasia, de las que fue operado hasta en seis ocasiones.
Esos problemas médicos le llevaron a presentar hasta ahora dos solicitudes de indulto humanitario, la primera rechazada en 2013 por el entonces presidente Ollanta Humala y la segunda el año pasado, cuyo trámite abandonó cuando Kuczynski anunció que no tenía intención de indultarlo.
Fujimori fue condenado como autor mediato (con dominio del hecho) de las matanzas de Barrios Altos (1991) y La Cantuta (1992), donde murieron 25 personas a manos del grupo militar encubierto Colina, y por los secuestros del empresario Samuel Dyer y del periodista Gustavo Gorriti, después del autogolpe de Estado que dio el 5 de abril de 1992.