El portal de internet Yahoo informó este miércoles que 1.000 millones de cuentas de usuarios fueron afectadas por un caso de intrusión a sus sistemas.
La compañía dijo que hackers probablemente robaron información en un episodio que se sospecha ocurrió en 2013.
La multinacional estadounidense dijo que un tercero no autorizado había robado datos, incluyendo nombres, correos electrónicos, números de teléfono y fechas de nacimiento.
En un comunicado, Yahoo explicó que esta irrupción en sus sistemas es diferente a otra reportada en septiembre de este año.
En ese momento, la empresa había reconocido que sufrió el robo de información de 500 millones de cuentas.
Luke Brett Moore, un joven australiano, acababa de perder su empleo cuando descubrió que su banco erróneamente le había autorizado un crédito ilimitado. Era una oportunidad demasiado buena para dejarla pasar por alto. Empezó a gastar sin parar... hasta que un día alguien tocó su puerta.
Él mismo contó la historia a la BBC:
"Suena increíble, pero mi intención nunca fue llevarme todo el dinero del Banco St. George (de Australia) y no devolverlo.
Básicamente, yo estaba esperando a que el banco me contactara y dijera:"Oye, quiero esta cantidad de dinero".
Al comienzo, en 2010, yo tenía una cuenta corriente normal. De allí salían los pagos para el préstamo de mi casa, mi seguro de salud y las cuentas.
Me di cuenta de que tenía acceso a una línea de crédito extraordinariamente grande"
Luke Brett Moore
Thinkstock
Sufrí un grave accidente automovilístico y mi sueldo empezó a ser consignado en otro banco. No recuerdo las circunstancias exactas de por qué sucedió así.
La primera semana me preocupé, porque no tenía suficiente dinero para pagar la hipoteca. ¿Qué iba a hacer?
Pero, entonces, el pago salió de mi cuenta en St. George y pensé, "Ah, bueno".
Y, luego, la siguiente quincena, salió otro pago de US$375 para la hipoteca.
Así sucedió durante 12 meses sin que el banco dijera nada.
En esa época, llamé a la empresa de crédito inmobiliario y dije: "Hola, ¿podrían hacer una domiciliación de US$2.254 a mi cuenta en St. George?". Después, unos días más tarde, les pedí US$28.180.
Ambos fueron aprobados.
Quedé estupefacto. Me di cuenta de que tenía acceso a una línea de crédito extraordinariamente grande.
No mucho después compré mi primer auto, un Alfa Romeo 156. Resultó ser de muy mala calidad: la caja de cambios, el motor y los inyectores de combustibles fallaron todos.
Entonces me compré un Hyundai Veloster. Era uno de esos coches locos de tres puertas con un techo de vidrio. Lo compré sólo para conducirlo hasta Sídney para adquirir un Maserati. Sólo costó AU$36.000. Reconozco que era un auto hermoso pero no una súper nave, según los estándares de hoy en día.
Fue mi época de locura. Era un joven ingenuo de 22 años y no estaba pensando con mucha claridad.
Me acababa de recuperar del accidente y estaba desempleado por primera vez desde los 14 años. Había terminado mi relación con mi novia de colegio, después de cuatro años, y buscaba de alguna manera empezar de nuevo en algún otro lugar.
Así que me mudé a la Costa Dorada. Volé a Surfer's Paradise (un centro turístico en la costa occidental de Australia) para unas vacaciones de una semana. Me gustó y terminé quedándome.
Fue genial. Pasé un muy buen rato allá, eso sí. Hacía lo que la mayoría de jóvenes hacen cuando tienen esa edad y un baldado de dinero: iba de fiesta.
Fui a clubes de estriptis y gasté cientos de miles en mujeres, alcohol, cocaína y todo lo demás.
También me conseguí un barco pesquero. Cómo lo quise.
Y compré una obra del artista callejero Banksy en forma de billete de 10 libras esterlinas.
Ese fue uno de mis preciados tesoros, así como un cuero de tambor firmado por Amy Winehouse.
No esperaba que cada vez que le solicitaba un préstamo al Banco St. George me dieran el dinero, pero lo hacía.
Creo que, al comienzo, mi madre tal vez pensó que traficaba con drogas pero creo que muy pronto se dio cuenta que eso no era lo que hacía. La gente aprendió rápidamente que conmigo "ni preguntes ni cuentes".
Tuve un negocio en Surfer's Paradise. Administraba un almacén de venta de mercancía. Los medios dijeron que mi dormitorio era la cueva del tesoro de Aladino, pero muchas de esas cosas estaban a la venta en mi almacén. Hasta cierto punto, había una idea comercial detrás de todo lo que estaba haciendo.
Auge y caída de Luke Brett Moore
Marzo 2010: Abre una cuenta con el Banco St George, en Australia
Julio 2010 a agosto 2012: Efectúa más de 50 retiros por US$1.494.145,62
Diciembre 2012: La policía hace una redada de la casa de la familia Moore pero queda en libertad bajo fianza
Febrero 2015: Encontrado culpable de beneficiarse económicamente de manera fraudulenta y de comerciar con los frutos del crimen.
Abril 2015: Sentenciado a entre dos años y tres meses a cuatro años y seis meses de cárcel
Agosto 2015: Moore asume su autodefensa y un tribunal de otorga libertad bajo fianza
Diciembre 2016: El Tribunal Criminal de Apelaciones de New South Wales deroga su sentencia
Era 2012 y estaba sentado con mi mamá en mi dormitorio en la casa familiar en Goulburn, cuando escuché golpes en la ventana.
Para cuando llegué a la puerta principal la policía ya estaba adentro.
A mi madre básicamente la apretujaron contra una pared y me pusieron una cámara de video en la cara. Estaban armados como si yo fuera un pandillero endemoniado.
Me gritaban y me decían que estaba bajo arresto. Inspeccionaron toda la casa y se llevaron todo lo que era mío.
Me arrestaron y llevaron a la estación de policía. Al principio la policía rehusó dejarme ir bajo fianza, así que pasé la noche en las celdas de Goulburn. Al día siguiente un magistrado me otorgó libertad bajo fianza.
Unos años después fui encontrado culpable de beneficiarme económicamente de manera fraudulenta y de comerciar a sabiendas con los frutos de un crimen. Me sentenciaron a una pena máxima de cuatro años y medio de prisión.
Nunca preví que iría a la cárcel y esperaba que me encontrarían inocente. Así que tuve que conseguir abogados públicos, cuyo servicio está sumamente mal financiada en Australia.
No estaban interesados en mi caso, no querían defenderme y evidentemente no hicieron un muy buen trabajo en el juicio.
La cárcel fue horrible. Estás alejado de tu familia y encerrado en una celda durante 17 horas del día. La comida es muy mala y uno se asocia con un grupo de gente bastante escabrosa.
En cierta forma estaba bendecido, porque el tipo de crimen por el que estaba allí no era algo que alguien en prisión te reprochara.
Estuve seis meses dentro y fue uno de los períodos más duros de mi vida. Desde el primer día estaba viendo cómo salir.
Me puse a leer cuanto libro de leyes pudiera y cuantos casos pudiera. Leí el Acta de Libertad Bajo Fianza y el Acta Criminal y armé mi caso.
Mi primer objetivo, sin embargo, era obtener libertad bajo fianza. Era algo muy difícil en esa época (2015), ya que varios tipos que habían cometido crímenes muy graves salieron libres bajo fianza.
Primero necesitabas establecer circunstancias especiales y excepcionales y luego dejar claro que no eras un riesgo para la comunidad y que no te irías a fugar.
Tuve que asumir mi propia defensa, porque la asistencia legal no me financiaba mi solicitud de fianza.
Aun así, la obtuve.
Para cuando llegué al tribunal, estaba tan preparado con mis argumentos que lo que hice fue presentar mis papeles y decir a mi representante: "Mira, aquí está. Este es el argumento. Negro sobre blanco".
Al fin de cuentas, el argumento legal relacionado a los cargos criminales fue bastante simple.
Fui exculpado hace unas semanas. De acuerdo a la ley en Australia, en ese momento no estaba bajo la obligación legal de informar al banco lo que estaba sucediendo.
El juez dijo que yo fui deshonesto, pero que no vivimos en una sociedad donde las fallas morales resultan en que te pongan tras las rejas y te quiten la libertad.
Me imagino que tuve la mala suerte que me sucediera a mí.
Pero aún si Alepo finalmente cayera en manos del gobierno del presidente Bashar al Asad, este no sería el fin de la sangrienta guerra de cinco años en Siria.
"La lucha por el futuro de Siria continuará", afirma el corresponsal de asuntos diplomáticos de la BBC, Jonathan Marcus.
"De hecho, la guerra podría volverse aún más caótica y sangrienta".
Después de Alepo
Con la inminente victoria del gobierno sirio en el este de Alepo, Al Asad pasará a controlar virtualmente todos los principales centros de población del país.
La captura de Alepo, la ciudad más poblada de Siria antes de que empezara la guerra, será una victoria no sólo para Asad sino también para sus aliados, Rusia e Irán.
Y aunque esta ciudad no importe mucho en el ajedrez estratégico de Moscú, la derrota de la oposición rebelde allí demuestra el extraordinario giro en la fortuna de Al Asad.
Antes de que Rusia interviniera, Bashar al Asad estaba en la cuerda floja. Su poderío militar se estaba derrumbando.
"Fueron los actores externos los que apuntalaron su gobierno, principalmente para asegurar sus propias aspiraciones estratégicas", dice el corresponsal de la BBC.
"Y estas aspiraciones jugarán ahora un importante papel en lo que ocurrirá después".
Si el gobierno logra consolidar su control en Alepo, estará al mando de una parte importante de lo que se denomina "Siria esencial": el occidente del país, sus principales ciudades y la costa del Mediterráneo.
Para Asad una opción sería consolidar su poder en este "patio trasero" de Siria.
El presidente sirio a menudo ha insistido en que sus tropas permanecerán en la ofensiva hasta que recuperen todo el territorio controlado por los rebeldes.
Pero esto puede ser sólo una bravuconada.
Su ejército está agobiado y es una sombra de lo que era cuando comenzó este conflicto. Y aunque logre una victoria en Alepo, este es un hecho fundamental.
La presión de Rusia
Gran parte del ejército regular sirio se ha desintegrado en una variedad de milicias leales, pero con preocupaciones locales o regionales.
Y muchos de los combates ahora están siendo dirigidos por fuerzas apoyadas por Irán, por el grupo Hezbolá de Líbano o por varias otras milicias musulmanas chiitas.
Muchos combatientes rebeldes se han escapado de Alepo y buscado refugio en la provincia de Idlib, en el suroeste de la ciudad.
Esta provincia podría convertirse en el próximo campo de batalla, si el gobierno y sus aliados rusos desean seguir con los combates.
Tal como asegura Jonathan Markus, "la opinión de Moscú será de crítica importancia. No necesariamente le dirá a Al Asad lo que debe hacer, pero ciertamente podrá influir con los medios que están a su disposición: armamento y poderío aéreo".
La pregunta, entonces, es qué es lo que Moscú quiere hacer ahora.
¿Tiene interés en perpetuar la guerra en la región o deseará poner fin a ella con la caída de Alepo y buscar otro tipo de arreglo o entendimiento con Washington con la próxima administración de Donald Trump?
Image copyrightAFPImage captionEl martes fue acordado un cese del fuego pero los combates se reanudaron horas después.
El rol de Estados Unidos
Sin embargo, para Estados Unidos, cualquier tipo de acuerdo significará la aceptación de la creciente influencia de Irán en Siria.
La simpatía que algunos en el nuevo gobierno estadounidense sienten por Rusia se verá enfrentada con la estridente hostilidad hacia Irán que han demostrado muchos de los nuevos funcionarios elegidos por Trump para cargos clave de seguridad y defensa.
Pero las opciones de Washington están cada vez más limitadas.
La caída de Alepo será otro clavo en el ataúd de la estrategia de la administración de Obama para apoyar a la llamada oposición moderada siria.
Image copyrightAFPImage captionSe necesitarán esfuerzos enormes para la reconstrucción de Siria.
Los rebeldes que se oponen a Al Asad ahora enfrentan un momento muy difícil porque están perdiendo más que una batalla.
Quizás aún no han perdido la guerra pero están cada vez más lejos de ganarla.
Su relación con el próximo gobierno estadounidense es incierto. Nadie sabe lo que Trump hará.
Muchos analistas temen que los grupos rebeldes moderados se vean empujados hacia facciones islamistas más extremas.
La verdadera tragedia
Pero más allá de la geopolítica y de las campañas militares, está la devastadora tragedia humana que está ocurriendo en la ciudad.
Image copyrightREUTERSImage captionLa guerra en Alepo lleva 4 años y en toda Siria, 5 años.
Una vez que terminen los combates se revelará la verdadera escala de la calamidad. Alepo, igual que muchos otros lugares en Siria, necesita ayuda masiva y urgente.
A largo plazo, se necesitarán esfuerzos épicos para reconstruir el país.
Pero con los combates que se siguen librando y con tanta gente muerta, herida y desplazada, un país fuertemente sancionado como Siria no tiene ni el capital humano ni el financiero para una tarea semejante.
Tal como asegura el corresponsal de la BBC, "en momentos en que Alepo está a punto de caer, todos los actores, tanto internos como externos, necesitarán revaluar sus estrategias".
"Y parece que esta guerra brutal y multifacética no perderá nada de su complejidad".