jueves, 17 de julio de 2014

el expreso de oriente (el rey de los trenes) *la granada*

charles the triper carlos.El rey de los trenes No recorre diez mil kilómetros como el transiberianote, ni trepa montañas ni saltar precipicios cómo Chihuahua –pacifico –sin embargo, su mero nombre borra por completa competencia: el expreso de oriente. Es sinónimo de tren místico cargado de historias, leyenda y misterios. Un cannoy famoso, respetado y admirado el 5 de junio de 1883 comenzó su primer recorrido desde Paris hasta Estambul (duró 4 horas). A partir de entonces, cruzo Europa durante casi un siglo. Estuvo durante el dominio alemán durante la segunda guerra mundial pero las fuerzas aliadas le devolvieron su libertad en el 1945. En el día de la ascensión de 1976 hizo lo que  entonces se supuso serio su último viaje. Pero siete años más tarde, en 1983, para celebrar su primer siglo de vida, el expreso del oriente retorno la marcha; en esa oportunidad de puriz a Bucarest.

James Sherwood, un millonario estadounidense se dio ese gusto. Sin embargo, no duró mucho; antes de los años noventa el expreso de oriente apago otra vez sus calderos.

Nace una leyenda
 
En 1998 como una singular ave fénix, resurgió de cenizas: el 28 de agosto reemprendió el trayecto Paris Estambul. Sus vagones recibieron un sin numero de historias.

A mediados del siglo XIX, tanto el viejo como el nuevo mundo, las vías férreas se extendían sin descanso. Los trenes eran el transporte público por antonomasia. Esos importantes caballos de acero quemaban leña y carbón, arrastraban vagones y devoraban kilómetros. En poco tiempo desplazaron a las lentas e inseguras diligencias. En 1860 solo había dos modos de viajar: por agua, en barco; por tierra, en tren.

El barco era cómodo; el tren no. Se hacia difícil soportar tres o cuatro días con sus respectivas noches, el interior de esos incómodos vagones. No tenían camas ni nada que se pareciera . a la hora de dormir había que arreglársela sobre esos duros e inclementes asientos de madera.

George pullman, un pequeño empresario estadounidense de la construcción no solo encontró la solución también conquisto la inmortalidad (su apellido, pullman es la otra forma de llamar a los asientos confortables y cosecho muchísimo dinero.

Fundó la pullman sleeping company, una empresa dedicada a la fundación de vagones camas. En 1867, tales coches ya eran una realidad en estados unidos aunque se desconocían en Europa el Belga Georges Nagelmakers, que mas tarde iba a ser el fundador del expreso de oriente los descubrió al llegar al nuevo mundo.

Pertenecía a una encumbrada familia de Bruselas nacido en 1845, a los 22 años se vio enamorado perdidamente de su prima. tanto sus padres como sus tíos no veían con buenos ojos semejante romance y decidieron enviar al joven enamorado a estados unidos. En compañía del conde Berlaymont, el joven nagelmackers recorrió el vasto territorio estadounidense viajó todo el tiempo en tren de la comodidad de los coches-cama de la fabrica de Georges pullman. No se sabe si olvidó o no a su prima, pero regreso a Bélgica como una idea fija.

Proporcionar a Europa un tren de larga trayectoria, dotado de coches-cama todo esto documentado en un libro: proyect d`installlation the wogns-lists sur les chemis the fer do continent (proyecto instalación de coches cama en los ferrocarriles de el continente europeo) se incorporaba al habla popular.

Pero más allá de eso, nadie parecía interesarse por el proyecto de nagelmackers.

En 1870, Europa estaba convulsionada por la guerra franco prusiana.

No era tiempo para hablar sobre la comodidad de los viajes en tren.

El emprendedor joven belga no se amilanó.

Poco tiempo después consiguió un contrato para cubrir la línea Paris Viena. Con gran pompa el primer coche-cama de Europa circulo en 1872. De-inmediato se incorporaron para los trayectos Paris-Berlín y o estenders-colonia.

Cuatro años mas tarde, nagelmackers fundó la compagine internationale des wagons lists (un famoso majara llevaba siete de sus esposas en el viaje que hacia el tren)

y pronto consiguió la adhesión de entusiastas accionistas; entre ellos, el propio rey de Bélgica.

La empresa ya se había consolidado; el paso posterior fue conquistar el resto de Europa y oriente. Poco tiempo después, los vagones de la c.i.w.l llegaban a vladivosdk, Pekín y el cairo. Aunque los vagones estaban muy lejos de ser realmente cómodos. Eran estructuras de casi 8 metros montadas sobra dos ejes y divididas en tres compartimientos. Podrían albergar a doce pasajeros –cuatro por cada camarote –que durante el día se acomodaban en poltronas, ubicadas, en las esquinas por la noche, esas poltronas se convertían en literas: dos en el nivel superior y dos en el nivel inferior.

Había un baño común, ubicado en el centro del vagón. En ese entonces era lo mejor que se podría pretender en Europa no por mucho tiempo, el  de junio de 1883 el expreso de oriente comenzó su primera travesía. La locomotora de vapor arrastraba una formación. Que se abría con el coche comedor. Sus dos salones uno para fumadores y otro para no fumadores –ofrecían mesas para dos y cuatro pasajeros.

Contaban con capacidad para cuarentiseis comensales que, por supuesto, iban a degustar los más exquisitos, sofisticados platillos. Sobre cada mesa destacaban las celebres lámparas con pantallas de ceda base de bronce que se convirtieron en uno de los símbolos del tren. La cocina competía con los mejores hoteles: contaban con hornos y aparatos especiales para mantener la comida en punto (la mantequilla que cargaban llegaban en excelentes condiciones a Estambul) los coches-camas estaban montados sobre doce ruedas y su decoración era estilo imperio. Tenían capacidad para 16 pasajeros. Unas islas reducidas, se consideran las invenciones y el peso del vagón. Por cada viajero había un peso muerto de tres toneladas: seis veces más  del brindado por los vagones actuales: y los paneles eran de caoba para contactar con el rojo puro de las telas de las paredes. Los asientos, por su parte estaban revestidos de pana azul floreada, y para los paneles de los compartimientos se habían elegido telas de los diferentes tonos. Los baños de quedaban atrás en cuanto a lujo y belleza las paredes eran de vidrio y todos los accesorios de bronce.

Símbolo vivo de la Belle epo –que viajar, aunque fue una vez, en el expreso de oriente era obligado signo de distinción sus vagones dieron albergue a monarcas europeos y jeques árabes árabe, a grandes divas del espectáculo y espías de mata Hari. El rey Eduardo VII de Inglaterra fue uno de sus pasajeros habituales con los compromisos sociales contraídos antes de los viajes contraídos, lo acompañaban no menos de setenta maletas cargadas de ropa para la ocasión el majara de rana viajaba con menos equipaje pero con mas esposas: lo escoltaban no menos de siete de sus mujeres en cada viaje.

Encuentros clan-destinos

Cuando el expreso de oriente atravesaba Bulgaria, el rey Fernando lo seguía durante kilómetros y kilómetros montando en uno de sus mejores caballos luego subía, pero no uno de los lujosos vagones, si no a la locomotora: le apasionaba conducirla nadie contradijo el deseo real Leopoldo II, de Bélgica, también viajaba a menudo. Aunque por otros motivos: en uno de los lujosos vagones se encontraba con su amante Cleo de merade.

Un regalo principesco

En los años 20, sir Basil zaharaff, un magnate que había traficado armas durante la guerra mundial, viajaba en el expreso de oriente. De pronto, la puerta de su camarote se abrió y en el marco apareció una bella mujer joven que lloraba sin consuelo. Era una duquesa española que viajaba de luna de miel con su flamante marido, un primo del rey Alfonso XII. Acaba de descubrir que su resiente esposo estaba loco: presa de pánico, había huido de su camarote y su desesperada carrera la había llevado hasta el camarote de zahraoff. Esa misma noche, el traficante y la duquesa se convirtieron en amantes, muchos años después se cazaron.

Como presente de bodas, el le regalo a ella el casino de Montecarlo. También los presidentes viajaron al expreso de oriente.

Raymond pioncare subió mas de una vez, y el estadounidense Herbert hoovrert lo utilizó por su recorrido por Europa. Pero fue el Frances paúl deschanel quien en 1920 pidió el episodio más grotesco y terrible: se cayo del tren, era una noche muy oscura y deschanel confundió una puerta de salida con la del baño de pronto se encontró en medio del campo en pijama y con una sola pantufla en el pie. Por su puesto le costo mucho convencer al guardabarros que el era el presidente de Francia.

El 28 de agosto del 2001, cuando desde lagare de i’est en Paris, se anuncia otra vez la partida del expreso de oriente nuevas historias volvieron a tejerse en los vagones de este místico tren.

Itinerario y normas

El expreso cuenta con 17 coches, 11 coches-camas, 3 vagones-restaurantes, un vagón bar y dos vagones para el servicio y los equipajes, realiza el clásico recorrido Paris-Estambul haciendo escala en Budapest y Sofía.

El viaje demanda 5 días y cuatro noches.

El regreso a Paris se realizara en vuelo regular de hair France en clase económica.

El paquete completo –viaje, y estadías, y comida 5,100 dólares por persona y base doble.

Como es tradición en le expreso de oriente será esencial usar traje durante las comidas y vestir ropa sport durante el resto del día. Se recomienda obviar el uso de jeans y playeras de vivos colores.

El expreso de oriente y sus pasajeros

Fueron fuente de artistas y poetas las características del tren, y sus pasajeros, su recorrido y el ministerio que encierran en sus vagones fueron de-inmediato cargado de cultivo para artistas y poetas. Blaise Cendrars y Guillaume Apollinaire le dedicaron sendos poemas, escritos mientras viajaban en el singular tren. Otro Frances, Maurice Dekobra, que en los años 20 gano cierta fama a causa de sus historias de alto contenido erótico, uso los interiores del expreso de oriente para la escenografía de una de sus novelas. El español Vicente Blasco Ibáñez fue más directo. en una celebre crónica delató con lujo de detalles (el fue testigo privilegiado) de que modo el místico tren había descarrilado en las cercanías de Budapest. Graham Greene también conoció sus vagones acerca de ellos habla en la segunda novela que publico el tren de Estambul en la segunda novela que publico (1934).

Sin embargo, el texto que con mayor acierto pintaría una situación de peligro y misterio a bordo de ese tren iba a ser obra de una escritora también británica.

En el 1933, Agadha Christie publicó asesinato del expreso de oriente apasionante novela, como el nombre lo indica, tiene el escenario el místico tren, por su trama y su insólito final, esta considerada, con razón como una de las mejores obras de la dama del filme.

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