Estados Unidos se erige en la "nación indispensable" con el anuncio de un plan ampliado para combatir el ébola, que según expertos es el único país con capacidad para ejecutarlo y para otros es un intento de lavar la imagen de su política exterior.
"Cuando el mundo está amenazado, cuando el mundo necesita ayuda llama Estados Unidos y nosotros llamamos a nuestras tropas. Tanto si es para degradar y en último lugar destruir a un grupo terrorista o para contener y combatir una amenaza como la epidemia del ébola en África", dijo Obama el sábado en su discurso semanal a la nación.
El presidente Barack Obama anunció esta semana una misión a la que asignará 3.000 militares y prevé aumentar la dotación económica en 500 millones de dólares, además de los 263 ya aprobados para luchar contra el ébola en África Occidental.
"Nadie sabe si el plan anunciado por Obama será suficiente pero al menos Estados Unidos ha empezado a actuar como la nación indispensable en el mundo", indicaba el Washington Post en un editorial al día siguiente del anuncio.
Lo cierto es que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dicho que se necesitan veinte veces la ayuda que están aportando los países para acabar con este brote que ha infectado a mas de 5.500 personas y ha matado a 2.500 en Sierra Leona, Guinea, Liberia, Sierra Leona, Nigeria y Senegal.
"El hecho de que Estados Unidos, Gran Bretaña, China, Cuba y otros países participen con una serie de recursos, incluidos militares, indica la complejidad del reto", indicó la directora general de la OMS, Margaret Chan, el jueves ante la ONU.
La OMS ha calculado que la operación para atender a los miles de personas que están en riesgo de muerte por la enfermedad puede tener un costo de 1.000 millones de dólares.
Obama ha prometido construir 17 centros de salud de campaña con 100 camas cada uno y proveer logística y médicos con experiencia para formar al personal sanitario local, un esfuerzo que según el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest "muestra que EE.UU. es la nación indispensable del mundo".
Si bien señaló que la principal razón fue que Obama ha identificado el brote como prioridad de seguridad nacional, "nuestras Fuerzas Armadas tienen unas capacidades únicas y la capacidad de ofrecer asistencia en lugares remotos en el mundo", dijo.
El analista Haynes Brown del Center for American Progress (CAP) señaló que si bien no está de acuerdo en todos los casos con esa definición del país como "nación indispensable" en esta ocasión lo es por motivos operativos.
Brown recordó que el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, ha señalado que es necesario aumentar 20 veces la asistencia dada hasta el momento y EE.UU. "es el único país con la capacidad para hacer un despliegue logístico con la rapidez que requiere".
En cuanto a la cifra de tropas consideró que es "no es una cifra tan grande" teniendo en cuenta las tareas que se requieren.
En la misma línea, Stephen Morrison del Center for Strategic and International Studies recordó que en Haití se desplegaron 22.000 militares durante cinco meses tras el terremoto del 12 de enero de 2010 y 29.000 en Somalia en 1992.
Estratégicamente, Morrison señaló que África Occidental es un lugar en el que EE.UU. puede liderar con "menos peligro geopolítico" que en otros lugares y destacó que tanto el Congreso, como el público y la comunidad religiosa están de acuerdo en la necesidad de actuar.
"En este caso no había otra opción, la Organización Mundial de la Salud ha sido incapaz de liderar la respuesta, y la única operación sobre el terreno era la de Médicos sin Fronteras, que han actuado heroicamente", señaló.
No obstante, consideró que esta operación acompaña a la establecida por la ONU y aunque EE.UU. esté "a la vanguardia" del envío de ayuda "esto no se lo va a apropiar como un esfuerzo unilateral", ya que va a requerir amplia presencia internacional.
La OMS ha solicitado 3.000 vehículos para desplazar a los enfermos y los cadáveres, más médicos para trabajar sobre el terreno y dar formación a los sanitarios locales y 3 millones de los equipos de protección personal.
Cuba ha indicado que enviará 165 médicos, China ha mandado un equipo de expertos en laboratorio y 115 médicos, mientras que la Unión Europea ha comprometido 180 millones de dólares.
Para el analista conservador JD Gordon, la respuesta es una reacción de Obama al "gran criticismo" de su política exterior, que consideró "débil" e "ineficiente".
"El envío de 3.000 militares estadounidenses a África para tratar el brote de ébola es una manera de mostrar el liderazgo mundial de una manera relativamente segura y sin controversia", indicó.
Gordon consideró adecuada la respuesta para una "importante misión humanitaria que puede ayudar a detener una potencial pandemia mundial".
En su opinión, "a pesar de un relativo descenso reciente" de la imagen de EE.UU, "continúa siendo la nación más poderosa de la Tierra" y con esta misión en África "mantiene su estatus de superpotencia y su papel humanitario internacional desde el final de la Segunda Guerra Mundial".
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