Por Carlos Vallejo (el poeta del sentimiento).
Según el último informe trimestral de 1999 de la
organización mundial de la salud las enfermedades de transmisión sexual van en
aumento. Sobre todo entre los jóvenes menores de 24 años. A pesar de los tratamientos
efectivos que existen. Muchos jóvenes las contraen porque no toman las debidas providencias
y las dejan avanzar porque no conocen sus síntomas.
He aquí las más frecuentes:
Clamidiasis. La más común de su género. Es una infección
de los órganos reproductivos provocados por la bacteria chlamydia trachomatis:
de no ser tratadas a tiempo. Causa esterilidad, ataca tantas mujeres como a
varones, aunque los síntomas no siempre aparecen. Ellas se quejan de dolor en
la pelvis, ardor al orinar y secreciones anormales en la vagina Y suelen tener
fiebre. Las mujeres embarazadas pueden transmitirle la infección a su hijo en el momento que este nace. Por su
parte, los barones contagiados experimentan dolor al orinar y segregan un flujo
anormal por el pene. En ambos casos, un tratamiento oportuno con antibióticos prescritos
por un medico resulta efectivo.
Herpes genital. Es la segunda infección venéria causada
por el virus del herpes simple, provoca ampollas acuosas alrededor de los
genitales y forma heridas dolorosas. Aunque estas sanan finalmente. El virus
permanece latente semanas, meses o años. Luego –por la luz solar intensa. El estrés
u otras causas –se reactivan y desencadena un nuevo brote de pústulas y
heridas.
Hasta ahora no existe cura para esta enfermedad. Solo
se dispone de antivirales parcialmente efectivo. Si el nacimiento de un bebe
coincide con una fase activa del virus. Aquel corre el riesgo de sufrir daños
en el cerebro. El hígado y otros órganos.
Verrugas Vendías. Pequeñas, indoloras y con formas
de coliflor crecen alrededor de los órganos sexuales y el recto. Se transmiten
de piel a piel.
Son causadas por el virus del papiloma humano. No es
difícil eliminarlas:
Se cauterizan, se congelan o se extirpan quirúrgicamente.
Sin embargo, el virus permanece en el cuerpo a pesar de que hayan desaparecido.
Están presentes en el 90% de los casos de cáncer cervical.
Gonorrea. También conocida como blenorragia, es
causada por el intercambio sexual con una persona infectada por la bacteria
Neisseria gonorrhoene. Se caracteriza por dolor y secreción en los órganos genitales.
Si no se detecta y se trata oportunamente, la gonorrea favorece una grave infección
en los órganos reproductivos y origina esterilidad.
A tiempo, se trata con antibióticos.
Sífilis: se contrae por intercambio sexual con una
persona infectad, Por lo general, se caracteriza por una lesión en los
genitales que se ulcera y provoca la inflamación de los ganglios pélvicos, si
bien la lesión de unas pocas semanas, el agente infeccioso se difunde por todo
el cuerpo y ocasiona otras lesiones, sobre todo en la piel y las glucosas. A este
período primario le sigue otro secundario que suele durar sin que se presente
ninguna molestia, aunque pueda resultar dañado el corazón, los ojos y el
cerebro. Todo ello desemboca en parálisis general progresiva. En una mujer
embarazada, la infección causa frecuentemente la muerte del producto. En sus
inicios, la enfermedad se trata exitosamente con antibióticos.
Otras enfermedades por contagio sexual influyen a
las ladillas (piojos púbicos), la sarna (provocada por ácaros, paracitos que
viven en la piel). Ciertos tipos de infecciones causadas por hongos la
tricomoniasis (infección de la vagina y el pene causada por un protozoario llamado
trichomonas vaginalis), y claro, el sida, a que le dedicaremos mayor espacio en
otra ocasión.
Conclusión: la paternidad responsable recomienda que
las personas realmente activas (en particular en las que tienen varias parejas
sexuales) utilicen el condón para prevenir las infecciones y estén alerta ante
cualquier síntoma. En caso de sospecha hay que acudir inmediatamente al médico.
La urgencia es mayor antes o durante el embarazo.
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