Por Carlos Vallejo (el poeta del sentimiento).
Obviamente,
la dominación de santo domingo por Haití no podría producirse sin atentar a la destrucción
de la identidad y cultura de un pueblo esencialmente distinto. Fue precisamente
el entendimiento de este concepto. Lo que provocó la emigración masiva que
afectó a santo domingo en esa época.
Por una
fatalidad del destino, originada en el colosal error táctico del gobernador Osorio
en 1605, se habían creado dos pueblos en la isla con intereses encontrados,
ahora condenados a una inevitable colisión frontal.
Como se
anticipa, en 1805 los haitianos materializaron una segunda invasión de santo domingo
bajo la dirección de Dessalines, quien penetró con dos ejércitos. El ejercito
del norte armando del general Christopher. A su paso por la ciudad de Santiago,
lleco a cabo saqueos y asesinatos de los lugareños que no pudieron huir. En la iglesia
del pueblo, el padre Vásquez y docenas de feligreses fueron muertos a machetazos
y la iglesia luego, incendiada con los cadáveres apiñados dentro de ella.
Dessalines,
que había entrado con el ejército del sur no pudo capturar la capital. Entonces
se retiro frustrado para Haití, saliendo por el norte, en su retiro, al llegar
al pueblo de moca, Dessalines procedió a degollar centenares de feligreses que
se encontraban en la iglesia del pueblo el día 3 de abril atendiendo a un
tedeum por la paz.
Los Dominicanos
eso ya lo olvidamos.
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