Por Carlos Vallejo (el
poeta del sentimiento).
En Barahona, en dos días
consecutivos, un bombardeo de drogas de cientos de kilos de cocaín y no se sabe
de un solo detenido, pero si se sabe de ciudadanos corrientes y comunes con
mucho dinero, ciudadanos que no hay que ni siquiera que investigarlo ya que de
la noche a la mañana se le ve el cambio de vida, inmediatamente exhiben un
litro de whisky de fabricación escocesa en pleno día en un clima que no es apto
para ese tipo de vida. De inmediato una yipeta, muchos policías, abogados y
jueces corruptos visitándole de noche y de mañana, algunos periodistas (amigos
de estos recolectores de cocaín) ya van hasta comprar yipeta, así es que es fácil
detectarlos pero es un peligro enfrentarlos.
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