Por Carlos Vallejo (el poeta del sentimiento).
Quizá nada se compare con el hecho de golpear a una persona
o un objeto que simule a un boxeador. El tambaleo y la aparente diferencia del
incansable Sparring llamado SlamMan. Parecen retar al usuario. Esta lleno de
120 kilogramos de arena y puede soportar las mas aguerridas tundas sin
inmutarse, su piel “abierta y cerrada” es de poliestireno de alta densidad y
tiene 8 sensores distribuidos en las zonas de mayor impacto que pueden ser ajustados
de acuerdo con al intensidad del golpeo, unas luces, convenientemente colocadas
le indican convenientemente convocadas
le indican al enfurecido y sudoroso usuario cuando ha logrado impactar con
suficiente fuerza. No intente golpear a ningún ciudadano despitado. Mejor desembolse
450 pesos y trate de sacudir a SlamMan lejos de las miradas indiscretas.
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