El analista del Australian Strategic Policy Institute Rod Lyon afirma en un artículo que la posible adopción por parte de Rusia del nuevo misil estratégico nuclear RS-28 Sarmat en 2018 cambiará el equilibrio nuclear estratégico mundial. En síntesis, su razonamiento es el siguiente: para no quedarse sin armas nucleares al inicio del conflicto, Rusia tendrá que 'disparar' primera.
¿Por qué?
EE.UU. está debatiendo la modernización de su fuerza de misiles balísticos intercontinentales. A día de hoy estos misiles estadounidenses portan una sola ojiva nuclear. Pese a su enorme potencial de ataque, también son vulnerables, ya que se encuentran en silos fijos.
Pero cualquier ataque a estos misiles sería 'costoso' para el agresor, ya que requeriría dos cabezas nucleares para destruir un silo que contuviera solo una. En este caso, el agresor tendría que apuntar sus misiles no contra estas instalaciones, sino contra las urbes de EE.UU.
Entretanto, Rusia ya ha modernizado esta clase de misiles con vistas a sustituir su arsenal de proyectiles pesados SS-18 Satan [denominación occidental de los misiles RS-36 Voevoda], cada uno de los cuales porta 10 ojivas nucleares. Su nuevo misil balístico intercontinental pesado, el RS-28 Sarmat, fue presentado en octubre de 2016. Aunque todavía se encuentra en fase de desarrollo, su despliegue está previsto para 2018.
Según la información disponible, cada uno de estos misiles será capaz de portar 10 cabezas más grandes o 16 más pequeñas (o alguna combinación de cabezas), así como un kit de equipo que proporcionará la capacidad de penetrar a través de cualquier defensa antimisiles.
La estrategia de cada una de las partes
Lyon propone dos guiones con la estrategia que seguirían cada una de las partes en su despliegue de fuerzas de disuasión. Según el primer escenario descrito por el autor, el país A [EE.UU.] opta por el despliegue de 300 misiles balísticos intercontinentales de una sola cabeza nuclear en silos fijos, 600 misiles con cabezas de reentrada múltiple en el mar y 100 cabezas nucleares en sus bombarderos estratégicos de largo alcance. El país B [Rusia] decide la construcción de 100 misiles balísticos intercontinentales, cada uno con 10 cabezas nucleares, en silos fijos. En este caso el país B debe disparar primero por la sencilla razón de que todo su arsenal es vulnerable a un ataque con solo 200 ojivas (2 ojivas dirigidas a cada uno de 100 silos fijos).
En el segundo escenario el país A todavía tiene el arsenal que se ha descrito anteriormente. El país B despliega únicamente 50 de sus misiles pesados de 10 ojivas, pero por lo demás comienza a imitar al país A mediante el despliegue de 400 cabezas nucleares en su fuerza de submarinos y la asignación de 100 cabezas nucleares a sus bombarderos.
Algunos datos olvidados por el autor del artículo
Primero: Además de los datos presentados por el autor, Rusia dispone del sistema Perímetrde ataque nuclear garantizado, por lo que no necesita obligatoriamente ser el primero en lanzar sus misiles en el supuesto (y catastrófico para todos) conflicto nuclear. Los misiles rusos serán lanzados en todos los casos.
Es el principal elemento de disuasión nuclear de Moscú, que garantiza un ataque de respuesta incluso en caso de destrucción total de las líneas de mando y comunicación y la muerte de personas clave. La existencia de un sistema de este tipo es esencialmente el único medio de disuasión real, puesto que garantiza un ataque nuclear devastador.
Segundo: Además de los misiles guardados en silos, Rusia dispone de una serie de misiles intercontinentales móviles [como el RS-24 Yars con base móvil], cuyo despliegue –muy rápido– no siempre puede ser detectado y seguido por medios del posible adversario.
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