
La diferencia no está en su belleza natural, sino en la posibilidad de ver a un avión pasar muy de cerca sobre la cabeza al aterrizar y sentir la potencia de las ráfagas que producen los reactores de las aeronaves al aterrizar y despegar.
El problema está en que no todos los turistas respetan los carteles que advierten sobre la peligrosidad de aproximarse a la cerca que separa la playa del Aeropuerto Internacional Princesa Juliana de la isla holandesa.

VIDEO: El peligroso atractivo de sentir la ráfaga de la turbina de un avión en su aterrizaje y despegue.
Este miércoles, una mujer neozelandesa de 57 años murió tras ser impulsada hacia atrás por el aire producido potentes motores de un avión que iba a despegar.
Los medios locales informan que la mujer, que se encontraba junto a la cerca al momento del despegue, se golpeó en la cabeza tras salir despedida.
Según la policía, la mujer fue trasladada a un hospital con heridas graves, donde luego falleció.

El inicio de la pista de aterrizaje está a tan solo 50 metros de la reja de la playa Maho, la misma distancia aproximada que hay a su vez hasta la orilla.
En el lugar hay vistosos carteles que advierten sobre los peligros del chorro de los reactores.
No obstante, en internet circulan videos que muestran turistas agarrados a la cerca para evitar salir volando. A veces incluso se los ve con los pies sobre en el aire debido a la fuerza de los motores.
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