"O estás con nosotros o estás contra nosotros".
Con esta frase puede resumirse la creciente polarización que afecta a muchas de las grandes democracias del planeta, en las que los votantes se están viendo obligados a tomar partido por candidatos con propuestas cada vez más extremas.
Tal vez el lugar donde es más evidente esa polarización es en Estados Unidos, donde los ciudadanos acuden este martes a las urnas en unas elecciones legislativas que son vistas por muchos como un referendo sobre el presidente Donald Trump y su gobierno.
"O apoyas la visión que Trump tiene del país o estás en contra de hacer grande de nuevo a EE.UU.", dicen los republicanos.
"O muestras tu rechazo a las políticas de Trump o eres cómplice de su agenda extremista", aseguran los demócratas.
Esta disyuntiva de "ellos o nosotros" -amplificada a través de las redes sociales y los canales de noticias por cable- se ha apoderado del discurso político estadounidense, dando la impresión de que nos encontramos ante una sociedad partida por la mitad, en la que ya nadie ocupa el espacio del centro.
Pero lo cierto es que, a juzgar por una investigación llevada a cabo recientemente por More in Common -una organización basada en Europa y EE.UU. dedicada al estudio de la polarización política- no serían 2 las mitades en las que se puede dividir el país sino 7.
El informe "Tribus ocultas: un estudio del paisaje polarizado de Estados Unidos" se elaboró a partir de entrevistas a 8.000 estadounidenses.
Se les plantearon preguntas relacionadas con asuntos tan diversos como la inmigración, el patriotismo, la religión, el extremismo, la justicia social, los medios de comunicación, la corrección política o la educación de los hijos.
La intención era identificar las "creencias fundamentales" de los participantes y cómo estas influyen en sus opiniones políticas.
Con las respuestas que obtuvieron, los investigadores fueron capaces de identificar 7 "tribus" en las que dividir a los votantes que, ordenadas en el espectro ideológico de izquierda a derecha, son:
- Activistas progresistas: más jóvenes, altamente comprometidos, seculares, cosmopolitas y enfadados.
- Liberales tradicionales: de más edad, jubilados, abiertos a los acuerdos, racionales, cautelosos.
- Liberales pasivos: infelices, inseguros, desconfiados y desilusionados.
- Desinteresados por la política: jóvenes, de ingresos bajos, desconfiados, desencantados, patrióticos, conspirativos.
- Moderados: involucrados, con conciencia cívica, de centro, pesimistas, protestantes.
- Conservadores tradicionales: religiosos, de clase media, patrióticos, moralistas.
- Conservadores devotos: blancos, jubilados, muy involucrados, intransigentes, patriotas.
Según los responsables de la investigación, la pertenencia a alguna de estas tribus "predice las diferencias en las opiniones de los estadounidenses en diversos asuntos de política mejor que las agrupaciones demográficas, ideológicas y partidistas".
Es decir, pertenecer a una de estas tribus define mejor a una persona que, por ejemplo, su raza, sus ingresos o su género.
De ahí que los autores del estudio califiquen a estas tribus de "ocultas" ya que, en su opinión, para identificarlas no podemos basarnos en categorías rígidas como las arriba mencionadas.
El concepto de las 7 tribus rompe con la idea de los dos bloques monolíticos en los que se suele dividir al electorado estadounidense: demócratas y republicanos, conservadores y liberales.
"Es parte de la narrativa convencional que Estados Unidos está dividido en dos partes, que son dos masas homogéneas que están en guerra la una con la otra, pero esa no es la realidad en absoluto", señala en conversación con BBC Mundo Miriam Juan-Torres, investigadora de More in Common y una de las autoras del informe.
En su opinión, eso se debe, entre otros motivos, a que en los extremos "hay dos grupos que son más activos en las redes sociales y que capturan la atención mediática".
Pero, ¿los 7 grupos identificados están aislados o tienen rasgos en común?
La mayoría exhausta
El estudio de More in Common agrupa a 4 de las tribus (liberales tradicionales, liberales pasivos, desinteresados por la política y moderados) en una categoría que define como "la mayoría exhausta", a la pertenecerían dos terceras parte de los estadounidenses (68%).
Los integrantes de la mayoría exhausta "tienen la sensación de que el país está más dividido que nunca y se sienten olvidados por uno y otro bando".
Comparten una sensación de fatiga por la polarización que se vive en el país y "les falta una voz que les represente en la conversación nacional".
Según la investigación, los integrantes de las tribus que forman la mayoría exhausta quieren de forma mayoritaria que se alcancen acuerdos y muestran flexibilidad y empatía a la hora de contemplar las ideas de otros grupos.
"Hemos descubierto un gran segmento de la población cuyas voces son escuchadas raramente bajo los gritos de las tribus partidistas. Es gente que cree que hay más cosas que unen a los estadounidenses que las que los dividen", señala en el informe.
"Aunque divergen en asuntos importantes, están cansados de la división en EE.UU. Creen que los acuerdos son necesarios tanto en la política como en otras áreas de la vida y quieren ver al país juntándose y resolviendo los problemas".
Los extremos
En los extremos de las 7 tribus y fuera de la "mayoría exhausta" están los"activistas progresistas" (8%) y los "conservadores devotos" (6%), que son menos favorables a los acuerdos y son ideológicamente más inflexibles.
Estos dos grupos son más ricos que los otros y tienen un mayor nivel educativo.
En el actual ambiente de polarización que se vive en EE.UU., son ellos los que dirigen la conversación e impiden que se escuchen otras voces más moderadas.
El informe de More in Common deja claras las diferencias abismales que existen entre ambos grupos y que se reflejan en asuntos como:
- El 90% de los conservadores devotos cree que la inmigración es mala para el país, mientras que el 99% de los activistas progresistas creen que es buena.
- El 92% de los conservadores devotos cree el feminismo hoy en día se basa en atacar a los hombres, mientras que el 96% de los activistas progresistas cree que es una lucha por asuntos importantes.
- El 91% de los activistas progresistas cree que el acoso sexual es común en los ambientes de trabajo frente al 12% de los conservadores devotos.
- El 99% de los activistas progresistas está de acuerdo con que se les den papeles a los jóvenes hijos de indocumentados (conocidos como Dreamers), frente a un 72% de los conservadores devotos que está en contra.
La investigación incluye a los activistas progresistas (8%) en el "ala izquierda" del espectro político estadounidense, mientras que los conservadores devotos junto con los conservadores tradicionales forman el "ala derecha" (25%).
En medio ambas se encuentran las otras 4 tribus, lo que para los autores del estudio es un motivo para el optimismo.
"Dinámica peligrosa"
Miriam Juan-Torres, de More in Common, destaca la importancia de la investigación haya identificado a la mayoría exhausta, ya que demuestra que pese a la aparente polarización, "hay una mayoría de ciudadanos que están cansados y quieren que las cosas cambien".
"Ahora que sabemos más sobre las creencias fundamentales de estos grupos será más fácil acercarse a sus integrantes de forma empática para lograr que se movilicen".
"Estamos en un mundo binario en el que parece que hay dos bandos en guerraque están dirigiendo el discurso político. Están exacerbando la crispación, el tribalismo político, el 'nosotros contra ellos'. Y esa es un dinámica muy peligrosas para una democracia liberal", señala Juan-Torres.
El informe de More in Common ha tenido una amplia repercusión en los medios en EE.UU. , apuntando algunos analistas que la investigación quizás da demasiada importancia a esas 7 tribus identificadas y no la suficiente al partidismo tradicional.
Al final, señalan esas voces, pese a que los votantes tienen puntos de vista diferentes en diversos asuntos, acaban decantándose por el partido que mejor representa algunos de esos puntos de vista y no todos.
Culpa de los políticos
John Sides, profesor de ciencia política de la Universidad George Washington, se muestra crítico con la metodología y las conclusiones de la investigación.
"Es difícil utilizar encuestas y métodos estadísticos para llegar a una categorización del número de grupos de estadounidenses que hay y determinar cuáles son esos grupos", señala Sides en conversación con BBC Mundo.
"Las respuestas específicas dependen demasiado de las preguntas que se planteen y otros detalles estadísticos".
Además, Sides considera que la elección de los nombres de los grupos es subjetiva, ya que "es difícil destilar la identidad de un grupo en una simple etiqueta".
En opinión del académico, sería mejor empezar identificando a los partidos y las maneras en las que estos están internamente divididos.
También señala que se podrían utilizar otras categorías demográficas como la raza o el género, y analizar "cómo esos grupos difieren entre ellos o cuán divididos están internamente".
"Las crecientes diferencias entre los votantes demócratas y republicanos son un reflejo de las crecientes diferencias entre los propios políticos demócratas y republicanos", apunta.
"Son los políticos los que están contribuyendo a la polarización de los ciudadanos porque son sus ideas y mensajes los que dan forma a la ideología política de estos", concluye el académico.
Este martes los estadounidenses volverán a acudir a las urnas y, sin importar la tribu a la que pertenecen, tendrán que enfrentar la disyuntiva "o ellos o nosotros".
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