martes, 21 de mayo de 2019

Emily la Desdichada *La Granada*




By Charles The Tripper.


Que desdichada soy yo, soy Emily la Batelera. A los 14 años fui desflorada por mi primer amor que responde a las iniciales de F W V.
Me desfloró en los guayacanes del sector la Playa, hoy es millonario  y me recuerda siempre ese momento tan desagradable de mi vida, pero  me entregué a un ingeniero agrónomo con sus letras que corresponden a C M. este ingrato personaje, le entregue toda mi fortuna y lo invité a unas vacaciones en una playa hermosa del este de este país. Allí lo pasee en un bote capitaneado, remado y bogado por mí. Desde la prueba en dicho bote me dedicó esta canción “suelta el remo y ven a mis brazos que me altera tu manera de bogar”, “oh, batelera de mi vida, y para siempre cambió mi verdadero nombre que es Emily Reyes”, hoy ya todo el mundo me conoce como la batelera.

Me llené de emoción cuando él me decía “suelta el remo y ven a mis brazos” y acudía su llamado y fui a comerme su glande y el bote estaba allá a la deriva  y le pedí “oh, amor. Vámonos al hotel”. Allí en el hotel ese extraordinario amante me hizo el amor oral por el ano, fue tan grande la emoción que sentí que se me salieron unos gases fétidos, y le dije “oh, amor. Perdón, es que tú me existas demasiado” y él contestó románticamente “No importa, huelen a rosas y saben a miel de abeja, muah”.

Este me estafó, acabó con mi fortuna hasta con mi puesto de trabajo, ya desencantada y decepcionada encontré una esperanza en mi camino, dos prestigiosos abogados de esta misma ciudad toro sentado máuser y Bienvenutti me adquirieron como mascota de ambos e incluso se peleaban por mí, como son dos hombres de letra fueron a los tribunales y un juez dictó una decisión salomónica asignándome seis meses al lado de cada uno, le tocó primero a
Toro Sentado Máuser, y no lo aguantaba, era demasiado fogoso, tuve que irme para donde Bienvenutti antes de cumplirse el plazo acordado, ya designada a mi mala dicha opté por dejar a Bienvenutti, ahora surge en mi camino un nuevo romance, con un señor mayor de edad pero con un cuerpo hercúleo, una  musculatura como charles atlas, y un pecho como hércules y una apariencia física como el actor de cine de descendencia libanés, el Playboy mejicano Mauricio Garcés. Creo que aquí pasaré el tiempo de mi vida a pesar que su nombre me da miedo, le llaman “El viejo Truculento”.

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