Al menos ocho menores de edad han muerto y dos más han resultado heridos por la detonación de una mina colocada por milicianos talibán en Chambaran, provincia de Ghazni, en el suroeste de Afganistán.
Los niños activaron el artefacto mientras jugaban, informa la agencia de noticias afgana Jaama Press, que cita fuentes de las fuerzas de seguridad.
El pasado viernes otros cuatro niños murieron y cinco más resultaron heridos por otro artefacto explosivo en Faryab, en el norte del país, sumido desde 2001 en una guerra entre el gobierno respaldado por Estados Unidos y los talibán y otros grupos radicales que pretenden restaurar un régimen teocéntrico.
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