Un grupo de activistas de Greenpeace vertió tinta negra frente al Palacio de Planalto (sede del Gobierno) en Brasilia, en protesta por las manchas de petróleo en las playas del norte del país. La acción terminó con la detención de 19 personas, que fueron liberadas tres horas después.
Los manifestantes vestidos de negros criticaron la "lentitud" del Ejecutivo en la toma de medidas para hacer frente a las manchas de óleo que afectan a las playas de nueve estados. En uno de los carteles se lee 'Brasil manchado de óleo' y 'Brasil patria quemada', en referencia los recientes incendios en la Amazonía.
"La tardanza en combatir y mitigar los desastres ambientales muestra que el Gobierno federal no está preparado para responder a estos eventos, y deja a nuestros océanos y bosques aún más vulnerables", denunció la ONG en las redes. El ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, también usó su cuenta de Twitter para comentar lo ocurrido y calificó a los activistas de 'ecoterroristas'. "No basta con no ayudar en la limpieza del petróleo venezolano en las playas del nordeste, los ecoterroristas además depredan el patrimonio público", señaló.Las primeras manchas aparecieron hace varias semanas y se han ido extendiendo a lo largo de 2.250 kilómetros de costa brasileña y, hasta el momento, ya se ha recogido más de 900 toneladas de crudo.
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