Miles de niños migrantes pasaron la Navidad enjaulados por las autoridades de inmigración de Estados Unidos. De acuerdo con información de El Diario, de Nueva York, los menores sufrieron las inclemencias del tiempo, con temperaturas que llegaron a cero grado en los campos de concentración para refugiados que la administración del presidente Donald Trump ha creado en la frontera con México.
De ellos, alrededor de 4 000 niños pasaron la Navidad arropados con mantas térmicas, lejos de sus padres, encerrados en jaulas, sin más compañía que el frío, la desesperanza y el absurdo de una política que sobrepasa el calificativo de inhumana.
El número de niños migrantes encarcelados en Estados Unidos superó los 70 000 en 2019, según datos oficiales, cifra que además de ser un récord es una vergüenza para un país que hipócritamente pretende erigirse como máximo defensor de los derechos humanos.
Las condiciones bárbaras en las que son encerrados han sido reportadas en múltiples ocasiones, al igual que la falta de atención médica y de alimentos, la insalubridad y el maltrato, pero según el Presidente de Estados Unidos, se trata de exageraciones de los medios de comunicación, fake news inventadas para dañar a su Gobierno.
En opinión de Donald Trump, los campos son lugares «ideales», bien administrados, con recursos suficientes, amén de necesarios para la seguridad de ee. uu. En esos lugares tan «bien administrados» murieron los niños Mariee, Wilmer, Jakelin, Felipe, Darlyn, Carlos y Juan, y más de 188 adultos durante la gestión del actual Gobierno.
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