Intervención de Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, en la Sesión del Consejo Supremo Económico Euroasiático, desde el Palacio de la Revolución, el 14 de octubre de 2021, «Año 63 de la Revolución».
(Versiones taquigráficas–Presidencia de la República)
Excelentísimo señor Kassym-Jomart Tokayev, Presidente de la República de Kazajstán;
Excelentísimo señor Alexander Lukashenko, Presidente de la República de Belarús;
Excelentísimos jefes de delegaciones de los Estados miembros del Consejo Supremo Económico Euroasiático:
Les agradezco mucho la invitación a este Consejo. Siempre alegra reencontrar a los amigos, aunque por razones ajenas a la voluntad de todos sea de forma no presencial.
Es la tercera vez que Cuba participa en el Consejo Euroasiático en su condición de Estado Observador, y quiero reiterar hoy aquí que este es un estatus que siempre honraremos, pues representa una importante oportunidad para ampliar los tradicionales lazos históricos de amistad y cooperación que unen a nuestros pueblos y gobiernos.
Quiero trasmitir también un especial reconocimiento a la labor organizativa de las autoridades bielorrusas que auspician nuestro intercambio, así como de la Comisión Económica Euroasiática y del Presidente de su Colegio Mijaíl Miasnikóvich.
Todos los aquí reunidos enfrentamos, en mayor o menor grado, un escenario global desafiante, bajo el efecto de múltiples crisis, agudizadas o generadas por la pandemia de COVID-19 y, en algunos casos, además, por la aplicación de medidas coercitivas unilaterales que imponen gobiernos injerencistas con economías poderosas.
Bajo tales condiciones, la cooperación, la solidaridad y la integración, que deberían ser las formas naturales de relación entre las naciones, se tornan imprescindibles, urgentes y prácticamente como únicos garantes del desarrollo sostenible de las economías de nuestros países, condición fundamental para garantizar el bienestar de nuestros pueblos.
Cooperar es el verbo clave cuando nuestras agendas coinciden en una prioridad: el enfrentamiento a la pandemia de COVID-19, considerada ya como la crisis sanitaria más compleja que ha experimentado la humanidad en los últimos cien años.
En el caso de mi país, esa crisis se ve agravada por el recrudecimiento, de manera deliberada y oportunista, del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto hace más de 60 años por el Gobierno de Estados Unidos.
Aprovecho esta oportunidad para agradecer, una vez más, el respaldo de los países miembros de la Unión para que se ponga fin a esa criminal política contra Cuba.
No ha sido fácil, pero tampoco imposible, enfrentar durante el último periodo la pandemia combinada con el aumento de la agresividad desde el exterior. Puede decirse que otra vez nos pusieron a prueba y otra vez se hizo visible ante nuestros adversarios y el mundo la fortaleza moral de nuestra Revolución y la capacidad de los cubanos de resistir sin retroceder. ¡De resistir avanzando!. ¡De resistir creando!.
Los científicos y los médicos cubanos han sobresalido de manera particular en ese empeño, desarrollando de manera acelerada investigaciones de avanzada y protocolos novedosos que han cristalizado en eficaces vacunas.
Abdala, Soberana 02 y Soberana Plus son nuestras primeras vacunas de probada eficacia y producidas enteramente en el país en cantidades suficientes para inmunizar a toda la población cubana, incluyendo a la convaleciente de la enfermedad, antes de que concluya el año.
También la población pediátrica a partir de los dos años de edad ha comenzado a ser inmunizada. Es un orgullo decirlo: lo ha logrado la pequeña y acosada Cuba.
Excelencias, estimados amigos:
Cuba conoce el poder de la unidad, la fuerza de la unidad; por eso siempre hemos apostado por la cooperación y el trabajo conjunto, y les reiteramos nuestro interés en activar los mecanismos que nos permitan desarrollar de manera activa nuestros vínculos económicos, comerciales, financieros y de colaboración.
Queremos compartir nuestros resultados, especialmente en las esferas de la Salud y la Biotecnología, y vemos con entusiasmo que hay avances. Resulta notable que BioCubaFarma ya tenga registrado a lo interno de la Unión productos cubanos de probada eficacia y calidad, como el Heberprot-P, el Hebermin y el Ingrediente Farmacéutico Activo de las vacunas contra Haemophilus influenzae tipo B y hepatitis B en Rusia; el Nimotuzumab y el CIMAVAX-EFG en Kazajstán; y el Epocim, Leukocim y Heberprot-P en Belarús.
Estos primeros pasos nos llenan de confianza en la posibilidad de concretar nuevas alianzas estratégicas que, con el apoyo de la Unión, nos permitan introducir nuestros productos sobre la base de modelos de negocios beneficiosos para ambas partes.
Especial relevancia le conferimos a la posibilidad de concretar acuerdos de suministro de medicamentos, lograr nuestra inserción en Centros de I+D y Parques Tecnológicos, así como conformar empresas mixtas en Parques Industriales para el desarrollo, producción y comercialización de medicamentos a lo interno de la Unión Económica Euroasiática.
Dentro de las perspectivas para el trabajo conjunto, apreciamos con marcado optimismo las posibilidades para la colaboración en sectores como la energía, en particular las de fuentes renovables.
Un primer paso podría estar dirigido a ampliar la cooperación a través del intercambio de experiencias y las mejores prácticas en el ámbito de establecimiento, administración y desarrollo de los parques eólicos y solares, así como el aprovechamiento de otras fuentes, temas en los que los países de la Unión tienen una amplia y sólida experiencia.
Asimismo, el sector turístico es un espacio con grandes potencialidades para el trabajo conjunto. Las experiencias recientes del trabajo con la Federación de Rusia en este sector lo confirman.
Estamos dispuestos a crear condiciones favorables y atractivas para los turistas provenientes de los países miembros de la Unión, lo cual también requiere potenciar la promoción del destino Cuba en los diferentes canales y plataformas interregionales, la radio, televisión y los medios de prensa especializados.
A partir del próximo 15 de noviembre, momento en que más del 90 % de la población cubana estará vacunada, nuestras fronteras abrirán gradualmente y se flexibilizarán los protocolos higiénico-sanitarios a la llegada de los viajeros.
No se exigirá el PCR al arribo y se reconocerá el certificado de vacunación de los visitantes. Desde ya, damos la bienvenida a los hermanos rusos, bielorrusos, kazajos, kirguizos y armenios.
Otra prioridad para Cuba es la producción de alimentos que nos permita alcanzar soberanía alimentaria. Considerando la experiencia y los resultados de los países de la Unión en el sector de la agricultura, tener un intercambio entre las principales empresas agroalimentarias de los países miembros y las de Cuba nos ayudaría a avanzar más aceleradamente en este campo.
Igualmente, resulta relevante la necesidad de incentivar las relaciones interbancarias, tanto entre las bancas centrales de Cuba y los países del mercado euroasiático como entre las bancas comerciales, y también entre el Banco Central de Cuba y el Banco de Desarrollo Euroasiático.
Destacamos la participación de una delegación cubana de alto nivel en el Foro Internacional de Aduanas, que se celebrará en Moscú los próximos días, donde trasladaremos la voluntad de establecer acuerdos entre las aduanas de Cuba y los Estados Miembros de la Unión Económica Euroasiática.
Excelencias, amigos:
En las próximas semanas celebraremos en La Habana la II Sesión de la Comisión Conjunta para la Colaboración con la Comisión Económica Euroasiática, donde debe firmarse el Plan de Acción Conjunto, cuya implementación permitirá intensificar y sistematizar la colaboración entre la Unión y nuestro país, tanto a nivel oficial como en los círculos empresariales.
Cuba se honra de contar con la amistad de cada uno de los países miembros de la Unión Económica Euroasiática, reafirma la voluntad de continuar impulsando nuestros vínculos bilaterales en áreas de interés común y de trabajar junto a ustedes para fortalecer este proyecto de integración. Es una tarea retadora, pero estamos seguros de que con voluntad política lograremos cumplirla.
Hoy, cuando nos hablamos a distancia, no puedo dejar de pensar en las profundas emociones que he recibido en visitas anteriores a varios países de la Unión Económica Euroasiática. Con una mezcla de admiración y esperanza apreciamos el progreso que han logrado sus gobiernos y pueblos, enfrentando desafíos colosales a lo largo de sus ricas historias como naciones.
Desde el cálido Caribe, donde los esperamos siempre, Cuba los abraza y agradece nuevamente la oportunidad de trabajar juntos por el destino más próspero que nuestros pueblos merecen.
Muchas gracias.
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