Por
Carlos Vallejo (el poeta del sentimiento). Un guardia migratorio del aeropuerto
internacional de río de Janeiro notó algo raro en los pantalones de un turista austriaco
que pretendía a bordar un avión con destino a Hannover, Alemania. Ante la
sospecha le pidió al forastero que pasara a la sala de revisión de rayos X. la
corazonada fue cestera. El austriaco Johann zillinger –quien asegura ser
votante –se había colocado, junto al escroto, un suspensorio especial con 5
pequeños huevos de alguna especie de pericos amazónicos.
Al
revisar el equipaje de zillinger las autoridades se encontraron ocultos entre
la ropa varios ejemplares de serpientes y pericos recién nacidos.
El
botánico fue apresado y se inició una búsqueda de quienes lo ayudaron en su
intento de llevarse especies cuya exportación esta prohibida.
Trafico
de huevos de perico.
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