Verdades
y mentiras
El punto
G es lo que la mujer experimenta el mayor placer durante una relación sexual.
Así ha
sido comprobado en diversos estudios por los especialistas en sexología.
La importancia
del punto G es que constituye la fuerza de una especie de eyaculación femenina.
Los expertos
han comprobado que cuando en esa zona es estimulada durante el encuentro intimo
la mujer expende un liquido, ese liquido en realidad no es orina en realidad se
trata de un liquido claro que, según los análisis de laboratorio que se han
llevado a cabo, se componen mayoritariamente, de fosfatasa Asia. La misma
sustancia química que contiene el semen de los hombres. EN 1950, EL FISIOLOGO GRAFENDURG
DESCUBRIÓ EN EL CUERPO FEMENINO CIERTA AREA A LA QUE NO SE LE HABIA PRESTADO
ATENCION. A PESAR DE QUE SE SABE POCO SOBRE ESTE INVESTIGADOR, SU NOMBRE HA
PASADO A LA POSTERIEDAD POR SU APORTACION AL CONOCIMIENTO DE LA SENSUALIDAD
HUMANA.
El punto
G o punto de grafendurg, no es difícil de alcanzar. Los sexólogos modernos lo
han ubicado con exactitud: ocupa entre 1 y 3 centímetros en la pared superior
de la vagina. Debajo de la vejiga de a poco mas de 2 centímetros detrás del
hueso púbico, el punto G no tiene nada que ver con el llamado muslo del amor. Este
último es el muslo pubococcygeus (MP) que sostiene los órganos del abdomen del apéndice.
La conformación del muslo del amor no es semejante a la del punto G.
Tiene forma
circular. Con bordes anulares. Y una anchura de 20 a 25 milímetros, y cubre un área
más grande que cualquier otra cubierta por otro muslo de cuerpo.
El muslo
del amor es propio tanto del cuerpo femenino como del masculino, en los varones
también sostiene los órganos del abdomen y la pelvis, al MP se le conoce como
el muslo del amor porque es el que se contrae durante el orgasmo, además, si se
controla a voluntad, le garantiza a la mujer el orgasmo; y al hombre, el
dominio sobre la eyaculación y la posibilidad de experimentar orgasmos múltiples.
El muslo
del amor se adiestra mediante ejercicio, uno de los más reconocidos es el de
kegel. Que consiste en comenzar a orinar y, luego. Y retener durante algún tiempo
la micción para después relajarse, este ejercicio se puede realizar a lo largo
del día. Sin necesidad de orinar, el doctor Arnoldo Kegel de la clínica mayor
de los estados unidos, creo el ejercicio en 1952 para aliviar la incontinencia
urinaria pero jamás imagino sus efectos colaterales, descubiertos años después por
los sexólogos.
El musculo
del amor tuvo una función distinta en la época de los primeros homínidos.
Este musculo
vigoroso controlaba los movimientos de la cola de aquellos antecesores del ser
humano.
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