El medio
es el mensaje. Este axioma volvió celebre al profesor Mcluhan.
Significa,
llanamente, en la sustancia de un mensaje o es su contenido, sino el emisor del
mismo. ¿Tiene un ejemplo? Si el día de
mañana un locutor A de una televisora B aparece a cuadro diciendo que X fue asesinado,
toda la gente que haya visto AB estará segura de que X ha muerto aunque en
realidad viva.
Pero, ¿Por
qué razón alguien creería una mentira así? Pongámoslo de esta manera: ¿Cuántas veces,
tratando de refutar, por ilógica, la afirmación que hace alguien sobre tal o
cual hecho, su interlocutor de rivera: “pero si lo vi en la televisión”. Eso significa
que el constituyó el momento decisivo en la transformación de una cultura que
derivó hacia la dictadura delo meramente visual.
Mcluhan fue un profeta de su tiempo. Convencido
de que el advenimiento de la era electrónica precipitaría al mundo de regreso
al tribalismo, “acuñó la frase aldea global”, con la cual se refirió no solo a
la hegemonía que habían de ejercer los Mass media en el futuro (nuestro
presente), sino también a la regulación de los modos de ser y la comunicación entre
los seres humanos.
Las grandes
transnacionales, las cadenas de televisión de alcance mundial, la fama
inmediata de cual o cual cantante y la presencia World Wide web en nuestras vidas son los ejemplos mas dañables
de que Mcluhan tenía razón.
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