Pocas novelas peruanas han sido tan esperadas en los últimos años como "Contarlo todo" (Mondadori, 2013), el libro con el que Jeremías Gamboa se consolidó como una de las principales voces del Perú contemporáneo.
Y es que, antes de que el mundo pudiera familiarizarse con las aventuras limeñas de su personaje principal, Gabriel Lisboa, su trabajo ya contaba con el apoyo entusiasta de Mario Vargas Llosa y Carmen Balcells, la agente literaria del boom de la literatura latinoamericana.
A Gamboa, sin embargo, algunos le criticaron no haber aprovechado la oportunidad para abordar más directamente la situación en el Perúde la década de 1990, en el que transcurre la mayor parte de su novela.
"Lo que se le exigía a Lisboa, y a mí como escritor, era opinar", le cuenta el escritor a BBC Mundo en vísperas del Hay Festival de Arequipa.
Según Gamboa, a su protagonista lo acusaban "de preocuparse por las cosas de cualquier chico, es decir temas de identidad, de vocación, del amor y el desamor, y no atender los reclamos de la sociedad ante la dictadura de Alberto Fujimori".
"Un poco el reclamo iba por ahí, como supongo que en otras novelas reclamarán que por qué no toco la guerra de Sendero Luminoso", dice del largo enfrentamiento entre esa guerrilla de inspiración maoísta y el Estado peruano, el que dejó casi 70.000 muertos entre 1980 y 2000.
"Pero creo que la novela, o al menos la que a mí me interesa, no tiene obligatoriamente que abocarse a eso que puede hacer mejor la historia, la sociología o el periodismo: develar la verdad social o política del país, sino más bien a encontrar una verdad interior, personal, difícil, ambigua, incierta sobre la condición humana", explica.
Eso, sin embargo, no significa que "Contarlo todo" no está impregnado del Perú de los 90, o que su autor no encuentre en la ficción claves para entender a su país y su historia reciente, como se desprende de sus recomendaciones para esta lista.
Una lista elaborada también con las recomendaciones de Renato Cisneros, otro destacado autor joven peruano cuya novela "La distancia que nos separa" es, de hecho, una de las sugerencias de Gamboa.
1. Muerte en el Pentagonito, Ricardo Uceda
"Este es un reportaje absolutamente brillante, que cuenta lo que pasó en los últimos 20 años en el Perú a través de la historia de un mismo tipo", dice Jeremías Gamboa de "Muerte en el Pentagonito".
El tipo en cuestión es Jesús Sosa, "un torturador del régimen militar que luego se convierte en un torturador en la guerra entre Sendero Luminoso y los militares, y termina siendo miembro de un comando de aniquilamiento en la época de Fujimori", explica.
"Y Ricardo Uceda acompaña la experiencia de este tipo a lo largo de todos esos años, contando la historia completa del Perú en un reportaje magníficamente reporteado, magníficamente escrito".
Periodista de larga trayectoria, Uceda ha sido reconocido con numerosos premios internacionales, incluido el prestigioso María Moors Cabot en el año 2000.
Y "Muerte en el Pentagonito" es, para Gamboa, ejemplo de ese tipo de verdad mejor develada por el buen periodismo. "Es un monumento ese libro", dice.
2. Memorias del soldado desconocido, Lurgio Gavilán.
Gamboa resume esta obra de no ficción como "la historia testimonial de un hombre que fue soldado senderista, luego militar en el campo de operaciones contra Sendero Luminoso, luego sacerdote y que escribe como un antropólogo que habla de su experiencia vital".
"Es un libro espléndido", le dice a BBC Mundo.
Y Renato Cisneros claramente coincide: "Es un personaje", dice de Gavilán.
"Estuvo en tres aparatos sumamente jerárquicos -Sendero Luminoso, el ejército y la iglesia- que en esos años fueron las entidades que más colisionaron unas contra otras en esos años".
"Pero el suyo no es un libro en el que uno sienta que hay una especie de ajuste de cuentas, o que hay un deseo de amotinarse contra todo aquello, sino, más bien, de entenderlo", afirma.
3. Los rendidos, José Carlos Agüero
"Este es el libro del hijo de dos integrantes de Sendero Luminoso, que narra de una manera adolorida su condición de hijo de senderistas", es el resumen que Gamboa hace de "Los rendidos".
"El padre de Agüero es asesinado, acribillado en la matanza del penal de El Frontón, en el año 86, y su madre es ejecutada una mañana de 1992 en una playa por un comando militar, y él escribe un libro absolutamente brutal, adolorido", describe.
Pero lo hace, acota Cisneros, "desde una perspectiva de historiador" y con una visión crítica.
"Y en realidad no está hablando de sus padres -ese es el pretexto- sino que está hablando de la capacidad que tenemos en el Perú de estigmatizar a las personas, de cómo para el gran público un hijo de terroristas es necesariamente un terrorista, de cómo se estigmatiza en el Perú para un lado y para el otro", afirma.
4. La distancia que nos separa, Renato Cisneros
Escrito, en cierta forma, desde el otro lado de la acera, "La distancia que nos separa" es, para Gamboa, "un libro importante que habla de las heridas privadas de la historia peruana reciente".
Hijo de un general del ejército peruano, que se desempeñó como ministro del Interior (de 1976 a 1978) y de Guerra (1981 a 1983), la novela de Renato Cisneros es el resultado de una exploración personal sobre ese padre, ya muerto.
Pero su historia familiar también arroja importantes claves sobre la guerra interna.
"Hasta hace tres, cuatro años, la violencia se contaba literariamente desde la ficción -pienso en las novelas de Santiago Roncagliolo, de Alfonso Cueto, de Oscar Colchado Lucio-, pero desde un tiempo a esta parte se ha empezado a contar la violencia desde un punto de vista más personal, más íntimo", le dice a BBC Mundo el propio Cisneros.
"Es como si cada uno, harto de que no haya una única verdad, respetada por todos, más bien trata de constituir su propia verdad, su verdad íntima, privada, a partir de cómo vivió esos años", explica.
Se trata, en palabras de Cisneros, de obras que "son polémicas porque fastidian, porque incomodan, porque nos recuerdan quienes somos".
5. Abril Rojo, Santiago Roncagliolo
Premio Alfaguara de Novela 2006, "Abril Rojo" cuenta la historia de un detective que llega a Ayacucho durante las fiestas de Semana Santa con el objetivo de investigar una serie de asesinatos.
"Y en ese contexto empieza a involucrarse con personajes vinculados a la organización senderista, y poco a poco, al estar más sumido en las entrañas del conflicto, va sufriendo una especie de degradación moral", resume Cisneros.
"Es más un thriller, pero creo que ayuda a entender lo complejo que fue (y acaso sigue siento) el tema de Sendero en las provincias", explica.
Según Cisneros, en ciudades como Ayacucho la organización en un primer momento ocupó el lugar del Estado y se encargó de proveerle a la gente "aquellas cosas que el Estado, por desidia o por incapacidad, no conseguía proveer.
"Claro, era un mecanismo perverso, porque al mismo tiempo que les daba educación y le daba medicinas también los iba reclutando para sus filas", destaca.
"Pero en las provincias el tema ha sido mucho más difícil, mucho más complejo, y creo que la novela de Santiago también buscaba eso: contar la problemática de la violencia desde una mirada no citadina, más alejada de la capital", agrega.
6. Nueve Lunas, Gabriela Wiener
"Nueve lunas" no está situado en Perú, pero Jeremías Gamboa lo describe como "un libro sobre la condición de muchos peruanos en el mundo, uno de los primeros en abordar un tema tan poco 'literario' como el embarazo y la maternidad, y también un libro con una poderosa voz de mujer que reta a cualquier lector".
"Es un libro revelador", dice Gamboa, quien cuenta que el mismo fue "gatillado" por "dos eventos impresionantes".
"Gabriela Wiener y su marido Jaime Rodríguez Z. pierden el trabajo que los mantiene vivos en Barcelona cuando cierra una revista en la que ambos trabajan y al mismo tiempo se enteran de que van a ser padres", cuenta.
"En el desempleo, lidiando por traer una hija al mundo en un mundo áspero y enfrentada a los cambios de su cuerpo y condición, Wiener decide reportear su propio embarazo y las precariedades, inseguridades y afirmaciones que trae y escribe un estupendo recorrido por su condición de migrante, de mujer, de futura madre".
Para Gamboa, en la categoría de libros de no ficción "Nueve lunas" es tan importante como "De dónde venimos los cholos", de Marco Avilés, al que describe como "magistral".
"Es un conjunto de historias del interior de los Andes peruanos narradas con rigor, precisión y una gran calidad. De lo mejor que ha aparecido en los últimos años", promete.
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