De los robos no escapan los vecinos que tienen los vehículos estacionados en las marquesinas de sus residencias y edificios de apartamentos.
Los robos y atracos se producen en una zona que muchos pensarían que está supervigilada, allí se encuentra el Palacio Nacional y varias oficinas gubernamentales.
Los vecinos consideran insólito que la situación se produzca en la avenida Pedro Henríquez Ureña, entre la Manuel de Jesús Galván y Doctor Delgado, donde está una de las entradas y salidas de la sede presidencial.
También, en la calle Mosiés García, entre Galván y la principal entrada del Palacio Nacional.
El problema se extiende a las calles Rosa Duarte, Manuel Rodríguez Objío, Uruguay, Bolívar y otras vías de ese sector residencial, donde la gente ha optado por no sentarse en las galerías y terrazas de sus residencias por temor a los asaltantes.
El temor crece cuando cuando alguien ve acercarse a un motociclista.
Rosario Mármol, una vecina de la Rosa Duarte esquina Rodríguez Objío, dijo que su hermano tiene que sacar la batería a su automóvil todas las noches y reponerla en la mañana, para evitar ser víctima de los ladrones.
Recientemente, los antisociales cargaron con la planta eléctrica de una heladería situada en la Rosa Duarte con Rodríguez Objío y a un vecino le robaron su vehículo a plena luz del día.
UN APUNTE:La calle 20Todos saben, incluyendo la Policía, dónde son vendidos los accesorios de vehículos robados, hasta por un 80% menos de su precio real: Es la calle Marcos Ruiz, la famosa calle 20, y otras aledañas del sector de Villa Juana, en la parte alta de la capital.
La señora Mármol contó que hace unos días un motociclista se desmontó de su vehículo y raudo subió al segundo piso hasta la terraza de la vivienda de los padres de ella y pistola en mano despojó de sus pertenencias a todo el que estaba ahí.
También mostró a los periodistas cómo los ladrones han dejado su carro sin ningún ribete.
El colmado amurallado con barrotes de hierro en la calle Rodríguez Objío casi esquina Doctor Delgado es la mayor evidencia de cómo azotan los ladrones el sector de Gascue.
Erinaldo Pinales, dependiente del establecimiento, afirmó que a los dueños no les quedó otra alternativa que enrejar el negocio ante el azote de los delincuentes.
A un salón de belleza le robaron la cámara de seguridad que instaló para identificar a quienes entran a quitar las pertenencias a sus clientes.
En la calle Doctor Báez, un señor que se negó a identificarse afirma que los robos se han intensificado en las últimas semanas y que los ladrones entran a las marquesinas y las galerías de las casas a cargar hasta con los periódicos.
Contó como intentaron robar los cristales de los espejos retrovisores de su vehículo.
Los vecinos, muchos de los cuales se negaron a identificarse, atribuyen el problema a la oscuridad en la zona y a que rara vez ven un policía patrullando sus calles.
Están desprotegidas las personas que acuden en busca de servicios a la embajada de Italia, el Banco Central, la Dirección de Bienes Nacionales, la Comisión de Apoyo al Desarrollo Presidencial, Oficina de Ingenieros Supervisores del Estado, entre otras dependencias estatales y negocios.
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