Arqueólogos suecos han sacado a la luz una brutal masacre del siglo V en la cual murieron todos los habitantes de una pequeña aldea costera llamada Sandby Borg, informa The Guardian.
Después de la matanza, no tuvo lugar ni un solo entierro, porque no quedó nadie en el lugar para poder enterrar a los muertos de este poblado situado en la isla de Öland, frente al costa sudoriental de Suecia.
Los restos mortales de sus habitantes se encontraron esparcidos tanto dentro como fuera de sus casas. Su cuerpos se pudrieron allí donde cayeron junto con sus tesoros, incluyendo hermosas joyas y monedas de oro romanas.
En una de las casas encontraron los restos de un anciano con el cráneo aplastado y los huesos carbonizados que supuestamente cayó sobre una hoguera al morir. En otra, comprobaron cómo un adolescente se tropezó con un cuerpo, posiblemente tratando de huir, y murió en el lugar donde cayó.
En otra de las chozas se encontraron hasta nueve muertos, que quedaron yaciendo en el suelo hasta que los techos se pudrieron y se derrumbaron sobre ellos.
En total, se hallaron los restos de 26 personas, incluidos ancianos y niños, pero entre ellos no se encontraban los de ninguna mujer, por lo que los investigadores creen que los agresores mataron exclusivamente a los varones.
Después de tres temporadas de excavaciones y con menos de una décima parte del sitio explorado, el equipo de arqueólogos publicó sus hallazgos en la revista Antiquity y describió el final catastrófico de la vida del poblado como "un evento único que hizo detener el tiempo, como un naufragio, pero en tierra".
A mediados del siglo V, Sandby Borg era una próspera aldea construida dentro de las murallas de un fuerte circular. Después del ataque, nadie volvió al lugar para sepultar a los muertos, ni a saquear sus preciadas posesiones ni a llevarse su valioso ganado, que murió de hambre en los corrales.
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