
En la política dominicana no se barre para afuera. Por lo
tanto, ha aparecido un ave de rapiña queriendo aspirar a diputado, porque en
menos de 4 años, cuando nadie lo conocía, apareció un chapulín llamado José del
Castillo y, a través de niñín, lo aceptó en su entorno y le fue tan bien a este
carroñero que en menos de 4 años ya está aspirando a diputado, sin tener
capacidad política y sin tener pueblo.
Este hombre, sin ningún trabajo realizado ni social ni
humano, ya lanzó a la calle cientos de motores, tiene pancartas millonarias en
la calle promoviendo sus aspiraciones, pero nada más sus aspiraciones. Porque su
ambición al dinero lo compara con el rey Midas, mientras que él y sus congéneres
aves de Rapiñas trataron de opacar la buena imagen del licenciado José del Castillo.

Así es que si el pueblo quiere la paloma blanca de la paz o
el ave carroñera.
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