La decisión, casi a unanimidad con solo tres votos en contra, del Partido Revolucionario Moderno (PRM) de escoger las nuevas autoridades en una asamblea de delegados en lugar del voto universal de sus miembros como reclaman algunos dirigentes, es un reto para la unidad de la organización, debido a las voces que consideran la medida como un desconocimiento al derecho de su militancia del partido oficial.
La organización convocó para el 18 de este mes al Comité Nacional, máximo organismo de decisión, para ratificar la decisión de la Dirección Ejecutiva.
El PRM tendrá que elegir las nuevas autoridades a más tardar en junio de este año por mandato de la Ley 33/18. Para allanar el camino de la elección del presidente y secretaría general mediante una asamblea de delegados, el pasado 30 de enero, el Comité Nacional del PRM aprobó la reforma estatutaria que incluyó ese mecanismo de elección.
Hasta ese momento, el único método de escogencia de autoridades era el voto universal de su militancia.
Críticas
Desde que se tomó la decisión, dirigentes que aspiran a la presidencia de la organización como Guido Gómez Mazara y Ramón Alburquerque, han criticado la decisión que cuenta con el apoyo casi absoluto de la cúpula. Gómez Mazara ha dicho que no será una votación de “delegados, sino de empleados”. “Aquí hay un concepción de elite sobre la política y cuando está percibe que el candidato de su preferencia no puede validarse democráticamente recurre al tecnicismo para preservarse; yo he dicho que una convención no es de delegados sino de empleados”, expresó según un comunicado de prensa.
El dirigente del PRM, que aspira a la presidencia de ese partido, aseguró que su postura no significa que no apoya el gobierno de su partido.
“Bajo ningún concepto significa que no estamos respaldando la actuación del gobierno y el deseo de que el partido de mantenga en el poder”, comentó el aspirante a presidente del partido oficial.
Alburquerque fue más drástico en sus críticas a la decisión del PRM y advirtió que de concretizar esa medida ese partido se quedaría solo con las siglas.
“Sería un descaro que la dirección del PRM que llegó por voto popular, ahora intentara quedarse usando el manido recurso antidemocrático de la asamblea de delegados (o funcionarios asalariados), matando el voto directo, secreto y universal por miedo al castigo de las bases”, sostuvo el dirigente de la organización.
Dijo que en la reunión del 18 de este mes, la “cúpula impopular del PRM intenta materializar el golpe de estado a la democracia interna del PRM, huyendo por no presentarse ante la defraudada dirección media y militancia, para no ser barrida en casi su totalidad. Se quedaran con las siglas”.
Agregó que si la dirigencia de la organización mutila el derecho al voto directo, secreto y universal, aprobando la asamblea de delegados “para blindarse y seguir, muestra la inferioridad de sus integrantes, falta de conciencia democrática y dejarían al partido solo con las siglas pero sin masas”. En el PRM las contradicciones en el gobierno entre dirigentes medio y de base han estado presentes. Recientemente, varios funcionarios pero vinculados a la sociedad civil han criticado a la militancia de ese partido. En tanto, la presión de los dirigentes provinciales por empleos y participación en el gobierno ha ido creciendo.
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