Teherán.- Las familias de los tres periodistas detenidos en Irán hace hoy una semana (dos de ellos estadounidenses, entre ellos el corresponsal del Washington Post) siguen sin saber dónde se encuentran ni de qué se los acusa, informaron a Efe varios de sus familiares. “Hemos pasado por el departamento de prensa extranjera del Ministerio de Cultura, su padre ha ido allí como diez veces, pero le han dicho que no saben dónde los tienen.
Hemos ido a la Fiscalía, también al juzgado y a la Policía, pero nadie nos dice dónde y cómo están nuestros hijos”, manifestó a Efe Fatemé Talaí, madre de Yeganeh Salehí, una de las detenidas. Jason Rezaian, corresponsal del Washington Post de 38 años, su esposa Yeganeh, corresponsal del diario de emiratí The National de unos 30; una fotógrafa y su esposo fueron detenidos el pasado martes en sus residencias de Teherán sin que por el momento se informada de los motivos.
Rezaian, la fotógrafa y el esposo de esta tienen nacionalidad estadounidense e iraní, pero Irán no reconoce la doble nacionalidad. “Jason tiene problemas de presión, necesita medicación, y a Yeganeh también le baja la presión cuando se cansa o no está en buen estado”, se lamenta la madre que niega tajantemente que ninguno de ellos “haya hecho nada ilegal o haya hecho mal a nadie”. Mary Rezaian, madre de Jason, también corroboró por teléfono no haber recibido hasta ahora información sobre la situación de su hijo. El Ministerio de Cultura, que acredita a los periodistas, confirmó a Efe la detención de los tres periodistas, aunque señaló que no puede dar más detalles y que está “investigando el caso”.
Según sus familias, los reporteros no han tenido acceso en siete días a asistencia letrada ni se les ha permitido hablar con el responsable en la embajada Suiza en Teherán que se encarga de los asuntos estadounidenses (EEUU no tiene legación en Irán porque los dos países rompieron relaciones diplomáticas tras la revolución islámica de 1979). “Jason ama Irán y nunca haría algo que le impidiese quedarse aquí. Él siempre ha querido mostrar cómo es este país.
Hace unos meses le hicieron un vídeo en EEUU en el que le preguntaban sobre Irán y se puede ver cómo él solo contestaba cosas positivas”, explicó a Efe un familiar que pidió no ser identificado. Teme que la pareja esté separada y sufriendo mucha presión por no saber nada el uno del otro. En los primeros días de su detención, ambos hicieron brevísimas llamadas a familiares y un amigo, de tan solo unos segundos, en las que se limitaban a decir, con voz nerviosa, que “estaban invitados en un sitio y volverían a casa cuando acabasen”. La organización internacional Human Rights Watch (HRW) difundió hoy un comunicado en el que insta a Irán a “garantizar la liberación de los tres periodistas y la cuarta persona detenidas recientemente en Teherán, a no ser que planeen acusarles de delitos y garantizarles juicios justos”.
Según este organismo, Irán ha detenido al menos a diez periodistas en los últimos dos meses. “Irán tiene un historial abismal de libertad de prensa y esta oleada de arrestos es una bandera roja”, dijo en la nota Eric Goldstein, vicedirector para Oriente Medio de esta organización, que añadió que “la Justicia iraní debe investigar rápidamente y ordenar su liberación a no ser que tenga evidencias claras de que han cometido delitos”. Según Reporteros Sin Fronteras, Irán tiene en la actualidad 65 periodistas y blogueros detenidos, cinco de ellos extranjeros, la mayoría acusados de delitos como “atentar contra la seguridad nacional”, “hacer propaganda contra el Estado”, “difundir falsedades” o “perturbar el orden público”. EFE
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