Por Carlos Vallejo (el poeta del sentimiento).
De
sexo se habla mucho, quizás demasiado, pero no tanto de su historia y de los
hechos relacionados con ella, un territorio que aun desconocemos casi por
completo.
Sin embargo, no se trata ahora de elaborar uno de
esos interminables, pesadísimos informes científicos para especialistas, de los
que ya existen cientos y nada dicen a la gente corriente, sino de revisar, a la vez con rigor e ironía,
relacionada la historia de la humanidad, relacionadas con asuntos sexuales y,
en fin, responder a las cuestiones que de verdad importan al ciudadano de a
pie. Por ejemplo: ¿como hacían el amor los primeros hombres y las primeras
mujeres? ¿Tienen alguna importancia para la historia de la filosofía que Sócrates
se acostara con sus discípulos (si es que lo hizo)? ¿Eran homosexuales?, ¿como
se dice, los habitantes de Sodoma y Gomorra? ¿Se podía hacer el amor llevando
el cinturón de castidad? Y si es así, ¿Cómo? ¿Por qué la masturbación ha sido
considerada durante tanto tiempo un pecado mortal? De esta manera, los que un
principio pueden parecer preguntas intranscendentes, se convierten, en manos de
la autora, en el centro de una reflección sana y desinhibida sobre el sexo quizás
la más divertida jamás realizada, aunque no por menos seria y documentada, revolucionaría
y decididamente lucido. 
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