La Paz, (EFE).- El ministro boliviano de Defensa, Reymi Ferreira, calificó este viernes de “asesinato” el accidente del avión de la aerolínea Lamia que transportaba al club brasileño Chapecoense y que se estrelló la semana pasada en Colombia causando la muerte de 71 de los 77 pasajeros que iban en el vuelo.
“Aquí no ha habido un accidente, aquí ha habido un homicidio. Lo que ha ocurrido en Medellín es un asesinato porque alguien que se atreve a llevar pasajeros, más de 70 personas con la gasolina exacta viola un protocolo fundamental básico de la aeronavegación civil”, dijo Ferreira a los medios en la región de Cochabamba (centro).
La autoridad mencionó que un avión debe contar al menos con “una hora y media de autonomía de vuelo desde donde parte hasta donde va a llegar y eso no se cumplió” en el caso del avión accidentado. “No hay que perderse mucho en especulaciones (…) está muy claro (que) ha habido un homicidio.
Pero ha tenido cómplices, alguien que permitió que ese avión despegue con esa ruta de vuelo es cómplice”, agregó el ministro boliviano.
Ferreira aludió de esa forma a la funcionaria de la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea (AASANA), Celia Castedo, quien observó irregularidades en el plan de vuelo de la aeronave de Lamia en el aeropuerto de Viru Viru de la ciudad de Santa Cruz. “Y se va a declarar perseguida política esa señora y se va a otro país, algo que es incorrecto”, señaló el ministro.
Castedo, quien ha solicitado refugio en Brasil, sostuvo el jueves en una carta difundida en medios locales que fue objeto de presiones de sus superiores en AASANA para cambiar el contenido del informe con observaciones al plan de vuelo de la aerolínea Lamia.
La técnica presentó cinco observaciones al plan de vuelo y las reportó en tres ocasiones a la compañía aeronáutica, la primera dos horas antes del despegue y la última veinte minutos antes.
Reiteró que llamó la atención sobre la autonomía de vuelo de la aeronave, que se estrelló antes de llegar a Medellín supuestamente por falta de combustible, según las primeras investigaciones.
En su texto, Castedo especifica que avisó a la compañía aérea de los problemas del plan de vuelo porque ellos eran los responsables de corregirlas, pero no queda claro si alertó en ese momento de los problemas detectados a sus superiores de AASANA antes de que el vuelo despegase. En el accidente murieron 71 de 77 pasajeros, entre ellos casi toda la plantilla del Chapecoense.
El ministro Ferreira también cuestionó que el piloto de la aeronave, Miguel Quiroga, fallecido en el accidente, no haya aterrizado en los puntos donde podía recargar combustible.
“Si el piloto solo hubiera cumplido lo que dice la norma de aterrizar en Cobija (norte de Bolivia) o en Bogotá, o por lo menos antes de accidentarse hubiera anunciado emergencia desde el comienzo, es posible que no hubiera habido esta tragedia”, sostuvo.
Una jueza ordenó la noche de este jueves encarcelar de forma preventiva al director general de Lamia, Gustavo Vargas Gamboa, quien fue imputado por la Fiscalía varios delitos, incluido el de “homicidio culposo.
Dentro de otra investigación sobre las autorizaciones de funcionamiento de la línea aérea, fue detenido el hijo de Vargas Gamboa, Gustavo Vargas Villegas, quien fue director de Registro Aeronáutico Nacional de la Dirección General de Aeronáutica Civil.
Vargas Villegas es investigado por los delitos de “uso indebido de influencias, negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas e incumplimiento de deberes”.
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