By Charles The Tripper.
Nunca segundas partes han sido
buenas y menos aceptar pautas o recomendaciones de pelafustanes que se han
criado en pueblo nuevo ni en la sabana de papolo, yo vengo en mis primeros años
de los cocos de enriquillo, en el sur largo de la república dominicana una sección
en la costa. Pero de mis 16 para allá pise la tierra de Nostradamus. A los 17
la tierra de William Shakespeare, ya a los 21 naufrago en el canal de Suez, hipomaníaco
cuadrumano del viaje en las islas bermudas al estilo de un dromedario cuando
pisé tierra firme tirando espuma de cervezas y humo de cigarrillo Filimorris.
Hoy como espumas pertenezco al
viento, estas historias, los pelafustanes que nunca han cruzado la mar no me la
creen, porque empiezan en espumas de
cervezas y humo de tabaco amargo. Hoy dixomaníacos evocando viejas frases de
amor como un toro cuando mira una ternera al ver cruzar una chica por la cera
nada más me queda decir “me estoy poniendo viejo”, por tanto, mis conocimientos
no necesitan asesoramiento ni mandato de nadie, mucho menos de pelafustanes que
no han salido de Barahona nunca.
Así es que Toro Sentado
Máuser y caballo que patea sin memoria
se han equivocado al acusarme de que el pelafustán es mi asesor, ni toro
sentado máuser ni caballo que patea sin memoria tienen más conocimientos que
yo, ni siquiera en la carrera de derecho de Toro Sentado Máuser, ni en la profesión de
ingratitud de Caballo que patea sin Memoria.
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