Una mujer desconsolada por la pérdida de su hijo de 18 años notó un extraño y pequeño detalle en el supuesto cadáver del joven, justo antes de realizar su funeral.
A punto de cremarlo, la madre se dio cuenta de que su hijo no estaba muerto porque notó unas lágrimas en las orillas de sus ojos y de inmediato llamó al médico local para que revisara el cuerpo.
Gandham Kiran fue hospitalizado el pasado 26 de junio en Pillalamarri, una población de India, con fiebre y vómitos. El diagnóstico fue hepatitis grave. Al empeorar, fue trasladado a una clínica privada donde entró en coma, según un reporte del Hindustan Times. El 3 de julio los médicos informaron a la madre que el joven tenía muerte cerebral y que no había posibilidades de que sobreviviera, por lo que recomendaron desconectarlo del respirador.
Saidamma, la madre de Kiran, pidió trasladar a su hijo a su casa con todo y el equipo de soporte de vida para que la última exhalación del joven ocurriera en su hogar. Mientras los familiares se despedían, preparaban el funeral y la leña para cremar el cuerpo, como se acostumbra en algunas regiones de India, la afligida madre notó lágrimas en los ojos de su hijo.
El joven universitario fue trasladado nuevamente al hospital y tres días después, volvió en sí y comenzó a hablar. El 7 de julio fue dado de alta y continúa su recuperación en su casa bajo los cuidados de su madre.
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