Por Luis Javier Ferreras.
La sociedad civil de la república dominicana está
formada principalmente por: instituciones del sector privado, grupos de presión,
universidades, colegios, institutos (como politécnicos), diversas asociaciones
de ámbitos diferentes, patronatos, fundaciones, etc. Instituciones que juegan
un importante papel en el de venir social y político del país al tal punto que
en los últimos tiempos, la sociedad de alguna manera le ha reconocido la labor realizada por muchas de esas instituciones
y las ha colocado en un sitial de preferencia, hasta el punto de que muchas de
ellas reciben fondos públicos a través del presupuesto nacional y otras son
beneficiadas con exoneraciones por parte del gobierno y el estado dominicano.
Resulta de mal gusto ver que hace ya unos años
actuando a nombre de la gente que ha dedicado su tiempo a favor de las mejores
causas y de reivindicaciones sociales sentidas por el pueblo dominicano,
algunos grupos de personas interesados, han asumido en nombre de la sociedad
civil la más variada gama de luchas, en todos los ámbitos sociales económicos y
políticos, con un carácter imperativo tratando de imponer, a las autoridades
designadas para tales fines por la de sus designios y en ese afán han incluido
agendas e intereses extranjeros que desvirtúan la naturaleza de sus acciones, y
provocan por ello que ya mucha gente no apoya abiertamente sus actos por temor
a estar apoyando intereses ocultos, no contestes con el interés nacional, como
son entre otros: la agenda Gay, la unificación de la isla, la legalización del
aborto, que riñen contra la cultura y los intereses del pueblo dominicano, todo
esto ha auspiciado y financiado con fondos extranjeros de los cuales se nutren
a través de USAID, la embajada norteamericana en el país y un gran número de
ONG’s que hacen que proyectos tan beneficiosos pasen a ser cuestionados y
desvirtuados de los fines que le dieron origen. Exijamos que la gente que daña
esas instituciones salga de ahí y que se identifiquen como partido político o
por cualquier otra cosa, pero que no dañen ese instrumento que se necesita.
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