martes, 4 de abril de 2017

APRENDA MÁS: Nadie detenía a Alejandro magno *La Granada*


Por Carlos Vallejo (el poeta del sentimiento).


En una de sus campañas para conquistar el mundo antiguo, el macedonio Alejandro magno (356-323 A.C) se enfrento a Darío. Este calculó que podría ser derrotado, así que buscó un arreglo antes de perder su reino. Un mensajero llegó al campamento de Alejandro con una misiva: Darío le concedía la mano de su hija Statira –famosa por su belleza –y, además, como dote. Todos los territorios de Asia menor y un tesoro valuado en diez mil toneladas de oro.  Al escuchar la propuesta, los presentes murmuraron. Solo parmenon –consejero de Alejandro –expresó en voz alta su pensamiento. El cual sonó, en realidad, a recomendación “si yo fuera Alejandro, aceptara la propuesta”… pero Alejandro lo atajó “también yo, si fuera Pármeno…”  los ejércitos se enfrentaron en la llanura de issos, delimitadada, por un lago por el mar y por el otro, por las montañas. Darío no tuvo espacio para mover ni replegar sus fuerzas. Que eran el doble del azdermecedonio. Una vez derrotado, se dio a la fuga.  

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