Por allá por 1980 y 1990 los Bloods se vestían de rojo de los pies a la cabeza, los Crips usaban prendas azules y los Latin Kings se jugaban por el negro y el dorado. Detectar a los miembros de esas pandillas era juego de niños. Pero esos días han pasado a la historia.
Las pandillas de los Estados Unidos son más cuidadosas con el uso de colores e incluso están eliminando o alterando tatuajes para evitar ser identificadas tan fácilmente por la policía y testigos, según las autoridades.
Hoy por hoy, lo más que se puede ver es un pañuelo rojo que cuelga de un bolsillo de atrás o una gorra de béisbol blanca y dorada, de acuerdo con Johnmichael O'Hare, sargento de la policía de Hartford, Connecticut, que sigue de cerca las actividades de las pandillas.
"Muchos no lucen los colores (de su banda)", afirmó O'Hare. "Tratan de no ser detectados por las autoridades".
Los pandilleros tampoco quieren llamar la atención porque están cada vez más involucrados en delitos como robo de identidad y de tarjetas de crédito, indicaron las autoridades.
"Si vas a Macys o a Neiman Marcus y usas una tarjeta obtenida en forma fraudulenta y tienes todos estos tatuajes, se hace más difícil", expresó William Dunn, detective de Los Angeles y autor del libro "The Gangs of Los Angeles" (Las pandillas de Los Angeles), publicado en el 2007.
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