Por
Carlos Vallejo (el poeta del sentimiento).
El hotel
guarocuya, patrimonio de Barahona y muchas generaciones. En el 1957 el General
Rafael Leónidas Trujillo Molina, (el dictador), el sátrapa, pero también tuvo
sus cosas buenas; una de ellas, el hotel guarocuya. En el 57, como decíamos, en
un viaje a parís, Francia, andaba con todo su equipo de arquitectos e
ingenieros civiles de la época entre ellos, el ilustre Espaillat nanita y se hospedó
en el hotel Maximi de Paris, hotel de 5 estrellas, y se impresionó tanto que
con su voz de flauta le dijo a sus arquitectos e ingenieros civiles ¡quiero
muchos, muchos, muchos máximos En santo domingo!, inmediatamente retornaron al
país, empezó la construcción de todos los hoteles replicas del Maximi de Paris,
pero el que quedó mejor ubicado, con una paronímica impresionante, para poetas
y bohemios, más bello que Acapulco, que los hoteles de la época de la cuba
debatista, entre otros más. El hotel guarocuya, del 57 esta fecha, ha tenido más
de 50 reglatarios y lo convirtieron en una ruina, todo el que lo arrendó salió de
ahí con mucho dinero, y se llevaron hasta los utensilios de cocina, tenedores,
cuchillos de mesa, cucharas, todo de platos. Pero de dos años para acá se apareció
una especie de chapulín colorado, MELTON PINEDA. Este hombre, de mediana estatura
pero con un cerebro gigante, dedico su juventud a luchar por los mejores
ideales de la patria hasta hacerse periodista, y después de batallar contra la
dictadura de Joaquín Balaguer, hasta llegar donde está. Hoy este honrado
trabajador y periodista intachable, lo que encontró como un mausoleo le ha
rescatado su nombre, y ya el hotel guarocuya tiene un muelle marítimo para
yates de cuatro mástiles de profundo calado, el patio español totalmente
remodelado y por fin un piano bar para esparcimientos de los bohemios y románticos
y un casino. Entonces como siempre aparecen Ébolas y mercenarios de la comunicación,
se equivocaron con este hombre; acusándolo que estaba ocupando aéreas verdes,
le demostró, con papeles en la mano, que todo lo que él estaba ocupando es
propiedad del hotel guarocuya. Estos mercenarios digitales, entre ellos,
abogados, contables y uno solo locutor, muy buen locutor por fin que se
denomina que tiene un periódico digital que se llama la metralla. Ahora aparece
una familia de apellido exótico que dicen “dicen” que donde el joven comunicador
esta construyendo es de su propiedad, pero también estos y los otros cuando
vieron la verdad, le han pedido excusas a melton pineda, pero cuando un tal
narciso Núñez ocupó terrenos ahí no apareció un solo comunicador a enfrentar a
este señor, ahora eso ahí, que está dentro de los metros del estado, es un
parqueo de una compañía de taxis, ya melton demostró que esta legal ahí; ayúdemelos
a trabajar para que Barahona tenga algún día quien le escriba.
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