Parece un dato inocente, una hora al azar de un día cualquiera: 16:34 del lunes 7 de noviembre.
Pero es el momento exacto en que las mujeres en Francia dejaron de recibir paga por su trabajo por el resto de 2016 si se atiende a la brecha de género salarial.
Los mejores salarios que perciben los hombres, un 15,1% por encima de los de las mujeres según datos de 2010, hacen que las francesas en la práctica trabajen 38,2 días más al año que los hombres para ganar lo mismo.
Esos casi 40 días extra comenzaron a correr desde el lunes de esta semana. Y muchas activistas decidieron que el dato no pasaría desapercibido.
Así, fueron convocadas a empacar sus cosas y salir silenciosamente de sus oficinas apenas pasadas las cuatro y media, con el objetivo de unirse en el reclamo por la equidad salarial.
"Para ser honesta, sabía que hay una enorme diferencia en el pago, pero pensé que tal vez sería de unos 10 días laborables, no de un mes y medio", le dijo a la BBC Rebecca Amsellem, fundadora del grupo feminista Les Glorieuses que estuvo detrás de la protesta.
Una larga espera
Amsellem decidió hacer el cálculo después de leer que Islandia, considerado un país líder en cuanto a la igualdad de género, todavía presenta una brecha salarial del 14%, según datos de la agencia europea Eurostat.
Cada 24 de octubre durante los últimos 11 años, las mujeres en Islandia han abandonado sus puestos de trabajo a la hora que deberían irse si se les aplicara la misma correlación entre horas trabajadas y dinero recibido que a sus pares masculinos.
Con la mejora en las condiciones de igualdad, en estos 11 años esa hora de salida se ha movido de las 14:08 a las 14:38.
Si los cambios se mantienen a ese ritmo, harán falta 52 añospara alcanzar la total igualdad con los hombres
El presidente de la Confederación Islandesa del Trabajo, Gylfi Arnbjörnsson, señaló que eso es inaceptable.
"Es inaceptable decir que corregiremos esto dentro de 50 años. Eso es una vida entera", expresó ante una cadena de televisión local.
En Francia, un sentimiento similar de reclamo ante la injusticia ha llevado a las mujeres a adoptar las simbólicas "protestas del reloj" islandesas.
Y el reclamo ya ha sumado más de 10.000 adhesiones en Facebook, se ha ganado la portada del periódico Libération y el aval de dos ministros de gobierno.
"Apoyen el movimiento #7novembre16h34: la lucha por la igualdad salarial debe ser de toda la sociedad", escribió en su cuenta de Twitter la ministra de Educación, Najat Belkacem.
Aunque estos dos países están muy lejos de ser los de mayor brecha salarial en Europa: Estonia, en 2014, tenía una brecha del 28,8% según la base de datos de Eurostat.
Y en países como Angola, la brecha es alarmantemente mayor: una mujer gana alrededor de 60% menos que su equivalente masculino.
Quién sabe si Islandia y ahora Francia inspirarán más protestas, dice Amsellem, satisfecha de haber provocado una discusión en su país.
"Me alegra que los temas feministas sigan siendo asuntos candentes en la mente de la gente", dijo.
"Pero es una locura que en 2016 sigamos teniendo que luchar por estas cosas".
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