sábado, 16 de mayo de 2015

Kerry aborda los conflictos marítimos en Pekín tras aumento de tensiones *La Granada*

Pekín (China).- De visita relámpago a Pekín durante el fin de semana, el secretario de Estado de EE. UU., John Kerry, urgió a China a que haga más por lograr una solución diplomática para los conflictos del Mar de la China Meridional en medio de nuevas tensiones por las disputas territoriales en esas aguas.

"Urjo a China, a través de su ministro de Exteriores, a tomar acciones que ayuden a reducir las tensiones y aumentar las probabilidades de una solución diplomática" a esos conflictos, dijo hoy Kerry en una comparecencia de prensa en Pekín junto al ministro de Exteriores del país asiático, Wang Yi.
Kerry subrayó la "preocupación" de Estados Unidos acerca de la política de Pekín en el Mar de la China Meridional, y urgió a China a tomar medidas.

Sus declaraciones se producen apenas dos días después de que el Gobierno chino confirmara el jueves que realizó labores de seguimiento de un buque de la Armada de EE. UU. que entró recientemente en el Mar de China Meridional, aunque aseguró que está en su derecho a ello y dijo que esas tareas de vigilancia seguirán.

La semana anterior, el Pentágono consideró que el gigante asiático está acelerando la construcción de instalaciones en islas en disputa de esas aguas del Pacífico para utilizarlas de bases de operaciones militares, según dijo durante la presentación anual de su informe sobre el Ejército chino.

De forma tajante, China respondió que sus acciones en el Mar de China Meridional son "irreprochables", sin hacer alusión a proyectos como el del archipiélago Spratly, reclamado por Filipinas y donde Pekín construye una pista de aterrizaje y amarres, u otras disputas que mantiene por otras islas con países como Vietnam o Japón.
También sin referirse a ninguno de los conflictos existentes, Wang Yi recalcó hoy "la determinación de China en salvaguardar su soberanía con la firmeza de una roca".
Pese a subrayar sus diferencias, tanto Kerry como Wang se mostraron cercanos en cuanto a su voluntad de dialogar para buscar soluciones, y el propio ministro de Exteriores enfatizó que la política de China de prevalecer las negociaciones a la confrontación "permanecerá inamovible en el futuro".
Agregó que las dos primeras economías mundiales también tienen "puntos de vista comunes: queremos mares pacíficos, apoyamos la libre navegación y la resolución de conflictos a través de las negociaciones".
"Es bueno tener diferencias, lo que hay que evitar son los malos entendidos y los errores de cálculo", puntualizó.
Sus discrepancias sobre el Pacífico, en el que ambos países buscan aumentar su influencia de aquí a 2020, desaparecieron al hablar de otros asuntos, como la desnuclearización de Corea del Norte, la crisis nuclear iraní, Afganistán o la respuesta al ébola.

Kerry agradeció especialmente la "implicación y compromiso" de China en las negociaciones sobre Irán del Grupo 5+1 (EE. UU., Francia, China, Reino Unido, Rusia y Alemania) con Teherán para cerrar un acuerdo sobre su programa nuclear y en la desnuclearización de Corea del Norte, así como en su mayor atención a Afganistán.

Ambos mostraron también su voluntad de aumentar el número de encuentros gubernamentales hasta que el presidente chino viaje a Washington en septiembre, uno de los motivos de la visita de Kerry a Pekín.

Otros recientes escollos entre las dos primeras economías mundiales, como la creación del Banco Asiático de Inversión en Desarrollo (BAII) por parte de China o el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) de EE. UU., fueron analizados con medida tibieza por parte de ambos.

Así, mientras Kerry dio la bienvenida al BAII, al que EE. UU. no quiso sumarse y que en su día se consideró que nacía para hacer competencia al Banco Mundial o al FMI, aseveró que el TPP, que no incluye a China y sí a Japón, "no está en contra de ningún país o región".

Finalmente, fue la lucha contra el cambio climático la que quizás mostró más la unión entre las potencias, después de que los presidentes Barack Obama y Xi Jinping llegaran a un acuerdo "histórico" durante la visita del primero a Pekín el pasado noviembre.

"China y Estados Unidos están colaborando más cerca que nunca para combatir el cambio climático", dijo hoy Kerry, y tanto él como Wang manifestaron su voluntad de alcanzar un acuerdo global en la próxima cumbre de París en diciembre.

Kerry finalizará el domingo su visita tras reunirse con otros líderes de la segunda economía mundial, entre ellos Xi Jinping.

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