lunes, 12 de diciembre de 2016

La Química del Amor (parte 1) *La Granada*


 
Por Carlos Vallejo (el poeta del sentimiento).


CADA VEZ HAY MAS EVIDENCIAS CIENTIFICAS DE QUE UN SIN NÚMERO DE PROCESOS BIOQUÍMICOS INTERVENEN EN EL COMPORTAMIENTO SEXUAL Y AMOROSO. DESDE EL PRIMER ENCUENTRO FLECHAZO HASTA LA ETAPA AMOROSA DURADERA SE DA UN JUEGO Y REJUEGO DE LAS SUSTANCIAS QUÍMICAS PRODUCIDAS POR EL CUERPO PARA ESTIMULAR LA LIVIDO Y ATRAER EL COMPAÑERO O A LA COMPAÑERA.

La mayoría de las especies animales produce sustancias de atracción sexual, llamadas feromonas. Al ser expulsadas por las glándulas sudoríparas, las genitales, el aliento… se transforman en aromas que son percibidos por un congénere del sexo opuesto, esos olores despiertan a las células del centro neuronal de recompensa, situado en el cerebro, y desencadenan sentimientos de placer, gusto, euforia… es el banderazo de salida para el encuentro y la relación sexuales. Así se asegura la reproducción de la especie, olores femeninos y masculinos, la humana no es la excepción. Las primeras relaciones sexuales de las mujeres y los hombres primitivos, aseguran los expertos, se rigieron casi exclusivamente por la emisión y recepción de estos aromas  naturales, sobre todo durante el proceso de ovulación de aquellos, aunque, en la actualidad, la conducta sexual humana se ha vuelto compleja –porque intervienen otros factores, como las costumbres, los valores culturales, los gustos, los sentimientos personales… sigue siendo olfativa, ya no se centra en los olores naturales, sino en los artificiales. Eso explica el éxito comercial de los perfumes, las lociones y otros productos aromatizantes que no solo se emplean para eliminar los malos olores de la transpiración o el aliento, sino también como una llamada de atención olfativa a las personas del sexo opuesto.

Diversos estudios científicos prueban que, durante los días de ovulación, las mujeres despiden olores diferentes y más penetrantes del olfato masculino, aunque los hombres no sean consientes de ellos, esos olores los atraen. Además, en esos días es cuando ellas tienen más relaciones. Por su parte, el pene de los hombres se grega,  mediante las glándulas proporcionales, una sustancia llamada esmegna, cuyo olor excita a las mujeres aunque no se percaten de ello.


Es conveniente aclarar que no todos los perfumes le van bien a todas las personas, el aroma natural de ellas hace que un mismo aroma se perciba de forma distinta al ser aplicado en otras. Por ello, los perfumistas insisten en la importancia de encontrar el olor artificial que acentúe el natural. En diversas pruebas, tras aislar sustancias femeninas y reproducirlas en forma sintética. Se ha comprobado que no resulta tan estimulante ni tan grata al sentido olfativo de los hombres, si no están mezclados con algún aroma artificial.

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