sábado, 7 de enero de 2017

Por causa del tiroteo, no pueden regresar a la Isla hasta el miércoles *La Granada*

A pesar de que, por fortuna, la familia no presenció el tiroteo –perpetrado por el puertorriqueño Esteban Santiago y que tuvo un saldo cinco muertos y varios heridos de bala–, el vuelo que tenía programado este sábado, a las 7:30 de la mañana con SouthwestAirlines, fue reprogramado para el miércoles, 11 de enero, a las 5:30 de la tarde.
El cambio en la rutina y los ajustes que esto conlleva, son solo parte de los percances sufridos por esta familia.
Según cuenta Campero, subdirector de diseño y visual de GFR Media, para su pequeña hija de ocho años de edad, el trágico suceso ha sido impactante, pues, aunque no estuvieron en el aeropuerto durante el tiroteo, por medio de las imágenes de los noticieros, se percató de que el mismo ocurrió en el terminal 2, lugar en el que ellos estuvieron el pasado 23 de diciembre, cuando llegaron a tierra estadounidense.  
“Mi hija cuando vio la televisión, enseguida dijo: ‘¡Nosotros estuvimos allí!’”, comentó el colombiano residente en Puerto Rico.
Por otro lado, la familia transitaba por una autopista cerca del aeropuerto en momentos en que el suceso estaba en desarrollo, y, desde el auto que los transportaba, vieron “patrullas” y “bomberos”.
“Yo nunca estuve en el aeropuerto ayer, sino que estaba cerca, por una autopista y vi el ambiente”, narró el artista gráfico.
La menor, que ayer, viernes, amaneció “perfectamente bien”, hoy amaneció sintiéndose muy mal y su padre opina que, probablemente, se debe al impacto emocional de la tragedia.
“Temprano me dijo que tenía el corazón acelerado. Hoy amaneció con vómitos, malestar; se siente mal. La tengo en observación; si sigue así, la llevaré al médico. Creo que pueden ser efectos del impacto de la noticia”, describió el preocupado padre.
Campero expuso que su sobrina, una universitaria de 20 años de edad, también fue sacudida emocionalmente por la tragedia y estuvo llorando pues “sintió muy cercano el problema”, ya que “usa mucho el aeropuerto”.
“Fue muy impresionante para las personas más pequeñas de la familia”, relató.
Algunos allegados de Campero que residen en los Estados Unidos, le manifestaron su preocupación por el hecho de que el presunto atacante es boricua y esto, aumente el nivel del racismo que se vive en los Estados Unidos tras la victoria electoral del magnate republicano Donald Trump.
“(Hay) mucho pesar de la gente, sobretodo en la comunidad hispana.  La mayoría se sienten muy preocupados por el hecho de que sea hispano, más allá de que sea boricua. ‘¿Cómo es posible? En estos momentos en que se ha despertado un ambiente racista en el País’”, estableció.
“La gente que reside aquí muestra un pesar, un desánimo por el hecho de que sea un hispano porque creen que puede traer repercusiones para la comunidad”, agregó.
La reprogramación de los pasajes no tuvo costo alguno para Campero y, afortunadamente, él y su familia se quedarán en casa de familiares mientras esperan por el vuelo.
“Estoy con mi familia, estoy bien. Hablaba con mi hermana de la gente que llega a los aeropuertos y no tienen familia. ¿Cómo estará esa gente? Durmiendo en el piso. Por lo menos, no vivimos esa situación. Pero de que nos ha afectado, nos ha afectado, pero hay gente que está siempre peor que uno”, expuso el hombre, quien por medio de comunicación electrónica fue informado de que su vuelo se había cancelado y entonces, reprogramó el mismo. 
El martes, Campero tenía programado regresar al trabajo y su hija, al colegio.
Pudo haber viajado ayer, viernes
Campero indicó que en un principio, su viaje de regreso a la Isla estaba pautado para ayer, viernes. Sin embargo, los vuelos hubieran sido a horas muy distantes del tiroteo.
“Yo cambie (el vuelo) del viernes (ayer) para el sábado (hoy) por cuestiones de logística de mi familia, porque la persona que me iba a dar transporte a mí, no podía llevarme el viernes. Lo cambié para el sábado temprano”, describió.
“Igual, si hubiera viajado el viernes, como le decía a mi esposa, nunca hubiéramos estado involucrados en el tiroteo. Mis opciones del viaje del viernes eran a las 11 (de la mañana) o a las seis de la tarde. En ninguno de los dos (horarios) hubiéramos estado involucrados”, concluyó. 

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