Por Carlos Vallejo (el poeta del sentimiento)
En japonés se llaman o-mamori, en ingles, lucky Charms, y en
español. Amuletos; se usan para atraer la buena fortuna y los espíritus
benignos, y para alejar a los malignos. Tanto las sociedades más tradicionales
como las más industrializadas tienen amuletos para asegurar un parto seguro, el
éxito en los exámenes escolares, la protección en el transporte. La prosperidad
en los negocios…
Uno de los más llamativos es el “Atrapa sueños” de los indígenas
norteamericanos. Un pequeño círculo enmarca cuerdas de colores que solo dan
paso a los sueños bonitos. Las pesadillas se enredan en las cuerdas y no pueden
entrar en el cuerpo durmiente. Afuera de los templos de Japón y Tailandia se
ven de todo tipo de amuletos. Los seguidores de la nueva era en (New Age) creen
que poderes especiales de la naturaleza se encuentran en cristales, piedras, incienso,
hierbas y velas. Los católicos invocan la fuerza protectora de cruces y
medallas bendecidas estas creencias unen a todos los humanos en su busca de su
buena suerte.
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