Por Carlos Vallejo (el poeta del sentimiento).
José del Castillo, un gran hombre de buenos sentimientos. Pero
en su equipo hay tres hombres que todo lo que quieren para ellos, no invierten
los recursos que le asignan para la campaña, se quedan con la mayor parte y no
se lo invierten al pueblo, ni las raciones alimenticias reparten. Estas son
para sus cocinas, que tienen para venderle la comida a el ministerio de
educación si el Lic. José del Castillo no toma medidas drásticas con esos
villanos, linces y buitres, tendrá una derrota aplastante en el casco urbano de
la provincia.
Así es que sólo lo salva Rudy Méndez (Niñín) y Domingo de
Los Santos (Savín) gozan de la confianza de sus municipios por su trabajo honrado
y su pulcritud, así es, licenciado, que mano dura con esos buitres y linces. El
pueblo no los soporta.
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