Por Carlos Vallejo (el poeta del sentimiento).
Según
el historiador italiano Fabio troncarelli, el zorro si existió. Troncarelli afirma
que en realidad este personaje, cuyas hazañas han sido llevadas al cine varias
veces, tiene un antecedente histórico: un irlandés, nacido en 1915, en Wexford,
que
estudió en Dublín y luego en Londres, de donde tuvo que huir por sus
actividades antiinglesas posteriormente apareció en España, donde fue bautizado
como Guillén lombardo. Tomo las armas contra la corona francesa y se gano el
aprecio del duque de olivares, primer ministro de Felipe IV. Por líos de
faldas, el personaje emigró a la nueva España. En la ciudad De México pasaba
como prometido de una rica criolla, Antonia Turcios, pero en realidad cortejaba
a cuanta mujer podía. Daba clases de latín, espiaba para el conde de olivares y
se comportaba como un Robin Hood justiciero practicaba la astrología y
sustentaba ideas independentistas y antiesclavistas. Un día, la santa inquisición
lo aprendió. Cuando iba a ser quemado en la hoguera, se ahorco con la cuerda
que lo mantenía atado.
Irlandes nacido en 1615
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